ROUND 17

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Round 17

Lucien

Abrí los ojos y vi a Nina desnuda mi lado su cuerpo hacia todo lo posible por acurrucarse a mi lado y yo no entendía porque se había quitado toda la ropa, si con solo haberle levantado la falda había estado bien, haberlo hecho con ella me daba nauseas, pero era la única forma de terminar con esto

— ¿Qué haces?—me dijo levantándose y bostezando

—Me pongo las zapatillas—respondí buscando el lado derecho

—Sí, eso se nota, pero pensé que te quedarías a comer—enredo sus brazos en mi cintura y yo la separe de mí

—Si vine es para terminar esta situación de una vez por todas, y lo sabes— me termine de amarrar las converse y me levante de su cama

—No quiero volver con Luque—rogo—… quiero quedarme contigo Lucien, hacemos una excelente pareja, todos lo saben tu eres el numero uno y yo soy la reina del colegio, ¿no  te das cuenta lo perfectos que somos?— empezó u berrinche

—No me gusta tu mierda perfecta ni la de nadie, solo no quiero complicarme y tú me complicas la vida, así que considera este polvo el de despedida—abrí la puerta y empecé a irme

— ¿Te gusta otra?—grito

—No, solo no me gustas tú— abrí la puerta y me fui

El locutor de radio me decía que era media hora pasada del medio día, mi madre me había mandado un mensaje confirmando que había llegado bien a casa de mi tía Vivian, los pequeños me mandaban saludos y papá pedía que no quemara la casa y pidiera comida a domicilio, aun temía por la vez que los bomberos llegaron  a apagar mis macarrones incinerados.

—Voy a desayunar en Mc Donald—le dije apenas me respondió

—Lucien, ¿has visto la hora que es?—me grito mi madre

—Si… pero acabo de levantarme, ayer me quede viendo películas con Nath y me dormí muy tarde—le mentí y entre por el autoservicio

—Bienvenido a McDonald, ¿puedo tomar su orden?—me dijo una chica pelirroja

—Un Mc junior de pollo, dos piezas de pollo, una gaseosa grande y dos papas medianas—

— ¡Lucien!—gimió mi madre al teléfono

—Ah, y algo de esa fruta que le ponen a las cajitas felices—le dije a la trabajadora

—Veinte noventa, ¿tiene tarjeta bonos?—le hice una seña con la mano en negación y me dio mi vuelto y mi pedido—Gracias, vuelva pronto

—Debes alimentarte bien, Luh, te dejamos solo con la condición de que vayas a un restaurante o a casa de uno de los chicos a comer, Cielo me dijo que podías ir a su casa a cenar, ya sabes cómo te adora Ciel—mi madre era una fiel fan de Ciel, seguía sus series y veía todas sus películas hasta hacia que mis hermanos lo imitaran aunque claro, ellos preferían imitarme y no los culpo

—Ok, hoy te prometo que hare algo con eso, ahora comeré esto en casa y luego tal vez salga con los chicos, creo que Sthep tiene unos pases para el cine e iremos en plan gay—me reí y mi madre gruño

—Ok, solo cena bien, te veo el lunes cariño—mando un beso.

Pase todo el día en casa de Stephen jugando videojuegos y escuchando música, cenamos cuando llego Nathan con Hanter y comida china, y antes de irme quede con ellos para mañana ir a jugar futbol en la mañana.

—Carajo Ciel, ¿no puedes mover una pelota con tus piernas de divo?—le grite cuando Hanter le quito el balón

—He perdido práctica, es todo—me respondió sin aliento

Camerra [C#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora