Capítulo 9

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Jack estaba abriendo lentamente sus ojos, encontrándose en el suelo de una habitación gris con una muerta de metal con una ventanita, Jack se acercó a la ventana tambaleándose mientras su vista aún estaba medio borrosa.

-¿Dónde… estoy?.

A través de la ventana Jack solo divisó oscuridad, focos de barra de encendieron en los techos dando más iluminación a la habitación y al pasillo, era solo un largo pasillo con otra puerta al final, Jack intentó abrir la puerta sin éxito, maldijo con palabras y se dió media vuelta buscando algo para abrir la puerta, pero no había nada, la habitación estaba vacía y sin más que la puerta y él mismo.

-Hmm… ¿Y cómo salgo de aquí?.

-No será necesario que salgas, ya vine a buscarte Jack, me alegra verte.

-Tú…

Jack se acercó a Shean y lo miró a través de la ventana de la puerta, con enojo, mientras él lo miraba con seriedad.

-He estado haciendo algunos negocios Jack, ocultas más cosas de las que creía.

-¿Por qué estoy aquí?.

-Por lo que hiciste, alguien debe enseñarle a Leyra lo que has hecho ¿No?

-No es algo de lo que deba enterarse.

-¿No? Yo creo que debería saberlo, ambos sabemos cómo puede acabar si lo sabe.

-¿Dónde estoy?.

-No es algo que te incumba Jack, cuando acabe todo esto, yo tendré a Leyra en mis brazos.

Jack se dió media vuelta y se sentó en el centro de la habitación, cerró sus ojos y se quedó quieto, la expresión de Shean era extraña, su sonrisa retorcida daba escalofríos.

-Solo espera unas horas Jack, y el trabajo estará hecho.

Shean se retiró dando media vuelta y alejándose de la ventana y desapareciendo tras la puerta del pasillo.

-Debo salir de aquí ya…

Horas más tarde, Shean entró atravesando la puerta de la habitación, sonriendo de forma maligna, Jack cayó sobre el luego de sujetarse de un saliente en la pared sobre la puerta, noqueandolo en el proceso.

-Duerme bien Shean.

Jack salió por la puerta de hierro y caminó por el pasillo hasta atravesar la otra puerta, encontrándose en una sala oscura, con una silla y alguien sentado en ella, era un hombre mayor con traje, sentado con las piernas cruzadas y los brazos en los posabrazos de la silla rústica.

-Ha pasado mucho tiempo Jack.

-¿Quien eres? ¿Y dónde estoy?.

-Me sorprendes Jack, no eres alguien olvidadizo… hijo.

En las calles de la ciudad, Leyra, Lina y Niel buscaban algún rastro de Jack por la ciudad, recorriendo lugares que él concurría diariamente, sin éxito en su búsqueda y resignados, empezaron a caminar hacia un lugar de comida por pedido de Lina.

-Esto es preocupante… Jack no desaparece así como así.

-Tranquilo Niel, lo encontraremos ¿Verdad Leyra?.

Leyra miraba triste y angustiada hacia el suelo, la sonrisa de esa adorable chica desapareció, sin esperanzas, dijo.

-Chicos… ¿Y si está muerto?.

-No, él no está muerto, lo conozco.

-Podríamos hablar con la policía, tal vez puedan ayudarnos.

-Ya lo intenté, pero la policía no tiene registro de nadie llamado así, Jack es un fantasma, siempre lo fué.

-¿Que quieres decir?.

-No hay registros de él, pregúntale a quien sea en la ciudad y nadie sabe nada de él.

-O sea que vive en el anonimato ¿Por qué?.

-Jack tiene mucha desconfianza en la gente, por eso no logro entender por qué se fijó en Leyra, sabiendo que él es tan poco sociable el hecho de que le haya hablado es algo extraño.

-¿Y por qué tiene esa “fobia social”?.

-No es algo en lo que yo deba irrumpir, sabrán todo cuando lo encontremos, debe decirlo.

Los tres ingresaron a una cafetería, Leyra no quería comer, así que Lina y Niel pidieron algo para ambos, en un intento por despegar a Leyra de su tristeza, ambos empezaron a hablar de anécdotas divertidas de cuando eran jóvenes, Leyra pudo distraerse y reír un rato, también uniéndose a las anécdotas, contando cómo se conocieron ella y Lina, la tarde cayó y los tres decidieron irse a sus hogares a descansar.

-No… no, tú estabas muerto, te ví morir.

-Oh querido Jack, no has visto toda la escena, pero no es tiempo de recordar retazos del pasado, creo que sabes la razón por la que estoy aquí, por la que tú estás aquí.

-No sé de que hablas.

El hombre rió entre dientes y miró fijamente a Jack, que yacía inexpresivo como siempre.

-Quiero mi dinero, Jack, el que me robaste hace años.

-Ese dinero no te pertenecía, Corner, y lo sabes perfectamente.

-¡Yo lo gané! Y fue justamente, Jack. Llevo muchos años buscándote y cuando al fin te encuentro me sales con esta tontería.

-No tengo el dinero Corner.

-Me sorprendes Jack, no pensé que lo invertirías tan rápidamente, creí haberte enseñado que debes manejar tus gastos.

Jack no dijo nada, solo miró con desprecio a Corner, que se levantó tomando un bastón de madera con una esfera de oro en la parte superior,  era poco más alto que Jack, y se acercó a él.

-Diré esto una sola vez Jack, quiero mi dinero, y lo quiero ya.

-Yo no tengo tu dinero Corner.

-Bien, tendré que vender tus órganos para compensarlo.

Corner desenvainó una espada unida a su bastón y atacó a Jack, Jack se agachó y se deslizó debajo de él.

-¿Que es esto Corner? Lo poco bueno que me enseñaste es que una pelea debe ser justa.

-Si… bien, te daré una oportunidad Jack.

Corner sacó una navaja y la arrojó al suelo junto a Jack, él la tomó y liberó la hoja apretando el botón.

-Bien, prosigamos.

Corner intentó atacar nuevamente a Jack, se agachó y le hizo un corte en el brazo a Corner.

-Te he enseñado bien hijo, al menos algo de lo que te dije te entró en la cabeza.

Jack se limitó a correr hacia Corner y ambos chocaron hojas, soltando chispas y retrocediendo uno por cada lado, Jack puso la navaja a contrafilo y Corner puso la espada delante de su rostro horizontalmente...

Entre El Dia Y La Noche [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora