El Perfume De Stiles (Sterek)

5

Derek odiaba las fiestas con su manada, había mil razones para odiar la música estruendosa y lo borrachos que podían ponerse los lobitos.

—Juro que si Stiles vuelve a gritarme al oído lo lanzaré por las escaleras—. Dijo Peter, tomando al borracho adolescente de la camiseta.

Derek veía con tranquilidad algo que nunca creyó posible, su manada estaba controlada con el alcohol. Realmente estaban todos más tranquilos de lo habitual. Excepto Stiles, nunca tomaba en grandes cantidades pero esa noche se había excedido a tal punto que juraba estar viendo una loba de ojos violetas.

—Creo que ya fue suficiente alcohol, Stilinski— Le dijo Derek, tomando al chico por los brazos, este se tambaleó ligeramente y soltó una risilla floja—. Vamos a llevarte a otra parte.

Derek busco con la mirada quien se llevaría a Stiles a otra parte, pero todos parecían ocupados al parecer. Scott, que era el más cercano a ellos le sonrió a Derek.

—Llevalo a mi cuarto, creo que lo deje abierto.

El hombre rodó los ojos e hizo algo que realmente odiaba hacer. Cargo a Stiles en sus brazos mientras esté se reía como loco, claro que eso ya había pasado entre ellos. Era una maldita coincidencia que siempre se vieran en ese tipo de situaciones juntos: encerrados en una habitación con el sheriff del pueblo fuera, tirados en el suelo sin poderse mover, uno salvando al otro de morir ahogado.

—Bien Stiles, no te muevas

—Mi nombre no esssss Stileeeessss, ¿Ssssabias que mi nooombre no esssss Ssstileeesss?

—Si, te llamas Mieczyslaw Stilinski

—Oh Diossssss, suenaaaa taaaan lindooo cuando lo dicessss ashi

—Cierra la boca Stiles.

Derek subió las escaleras de a poco, ignorando las burlas de adolescentes humanos borrachos.

—¡Amaaarramee, mi amooor!—. Gritó Stiles riendo y pateando, golpearía a quien sea que haya emborrachado al hijo del Sheriff.

Derek llegó al segundo piso con dificultad y con sumo cuidado abrió la habitación de Scott McCall. Todo desordenado como esperaba que estuviera, ahí seguía el holor de Mellisa McCall y de Isaac por todas partes.

—¿Que me vaaass a haceeer?

—Vas a dormir.

Derek lanzó al chico a la cama y casi al mismo tiempo un estruendo lo hizo saltar con susto. Giro rápidamente y encontró la puerta cerrada. El hombre se acercó e íntento abrir la puerta.

Atrancada.

La puerta estaba atrancada y por más que tironeaba nada resultaba. Stiles soltó una carcajada a sus espaldas.

—Te debessss quedar aquí, Derek se quedará aquiii ¡Wiiiiiii!

Si, podía tirar la puerta, tal vez Melissa McCall no lo notaria.

—¡Deeeeerek!

El holor de Stiles era muy fuerte, era atrayente por dónde se viera.

—Tirare la puerta, si Scott pregunta diré que fuiste tú

—¿No te quieres quedar conmigo? ¿No me quiereeeees?

—No es eso Stiles

—No me quiereeeees, Deeeeerek quiéreme—. Chillo el muchacho al borde del colapsó de la lloracion, como diría Cora

—Stiles cállate por favor, pensaran que algo te estoy haciendo

—¡Si lo haces! ¡Me lastimaaaas, Deeeereeeek me lastimas!

¡Si alguien escuchaba pensarían que era un maldito violador!

—¿Que debo hacer para que te calles?

Ya había visto que tirar la puerta y salir como si nada no era buena opción.

—Acuestate conmigo— Stiles estiró los brazos hacia el chico—. Ven aquí, andaaaaa.

Derek, jamás lo aceptará, pero estaba sonrojado a más no poder y agradecía que nadie estuviera viendo.

—Si lo hago te dormirás

—Shi

—Y dejaras de hablar

—Aja

—Y no le dirás a nadie de esto

—A Scotty, peeeeerooo el nooo cuenta

—Dije nadie

—Okay

—Repasemos, ¿Le dirás a alguien?

—Si, a Scotty

—¡No, Stiles, no le dirás a nadie!

—A nadie, okaaaaay.

Derek suspiro de mala gana y se recostó de lleno en la cama junto al hijo del Sheriff. Este, ni corto ni perezoso, paso su brazo por encima del pecho del joven y acomodo su cabeza donde mismo. Derek contuvo la respiración.

—¿Que haces?

—Teniendo algo que contarle a Scotty, ¡Wiiiii!

—Stiles

—Bueno, estoy abrazando a mi novio

—¡Stiles!

—¡A mí esposo!

—¡Cierra la boca y duérmete ya!