HARRY.

Inspirados en canciones de 1D: 1/10

Never Enough, Nunca es suficiente.

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***

Hacía una tarde perfecta. La temperatura que el día trajo consigo cayó como anillo al dedo para la celebración informal de su pronta graduación. Amigos, una piscina, comida, alcohol, un excelente clima... imposible estar de mal humor participando de semejante fiesta con todos sus amigos más cercanos.

Pero Harry lo estaba. Al llegar los pronósticos apuntaban a un pasadía de locura, bromas y diversión. La casa de verano de los padres de Louis, su mejor amigo, era solo para ellos por el día completo y, conociendo a la novia de su amigo, estaba seguro de que planificó juegos y retos divertidos. Eso sin contar las excelentes parrilladas que Niall y Liam preparaban. En fin, todo iba bien, hasta que la vio llegar junto con sus amigos más cercanos.

Pero no fue su llegada lo que lo puso de mal humor, no. Verla y pasar tiempo con ella fue la razón principal por la que asistió. Fue más bien la forma en la que pasó de él y puso atención solo a sus amigos lo que causó su desánimo y enojo. Harry suspiró profundo y se concentró en su cerveza. No podía ponerse de mal humor, el día era para celebrar.

Además, ellos no eran nada. Ni amigos, ni más que eso. Él mismo se lo dejó bastante claro la primera vez que estuvieron juntos. Y no es que ella estuviera esperando recibir más nada de él, porque también dejó claro que no estaba buscando nada y que aquello sería situación de solo una noche.

"Una noche..."

Una noche que fue la primera de muchas.

Linda era una de las mejores amigas de su hermana y su hermana era novia de uno de sus mejores amigos, por lo que conformaban un grupo de amigos universitarios locos. No estudiaban lo mismo, pero pasaban casi todo el tiempo juntos y estaban a punto de graduarse.

A Harry ella nunca le pareció el tipo de mujer que cedería a alguna proposición indecente poco duradera. Pero en medio de una borrachera y de los sentimientos que ella tenía por él una cosa llevó a la otra y terminaron pasando una noche juntos. Linda se consideró ingenua y hasta un poco estúpida al permitirse desarrollar sentimientos por un tipo como Harry, pero no se culpó porque esas cosas no se planean ni se controlan.

Pero lo que sí podía controlar eran las reacciones y las decisiones que tomaba con respecto a él. No había razón para demostrarle lo que ella sentía a alguien como él. Primero porque su orgullo y su dignidad eran algo valioso para ella, segundo porque lo espantaría y no podrían seguir teniendo el magnífico sexo que se volvió una costumbre, y porque él no estaba interesado en ella.

En esta ecuación, sin embargo, el desinterés no jugaba ningún papel. Comenzando por sus encuentros fortuitos la mayoría de las noches en el dormitorio de él o de ella, y terminando por sus miradas que por momentos intercambiaban a lo largo del día.

Linda hubiera matado por ser llamada la novia de Harry... Harry Styles, pero eso nunca lo escucharían de su boca, o al menos no sin que él tire la toalla de playboy primero. No podía dejar de mirarlo, sin embargo. Sus shorts amarillos de baño estaban muy bajos y mostraban la v cerrada por dos ramos tatuados en la zona. Solo ella y Dios sabían el pedazo de gloria que escondían... y bueno, todas las otras mujeres con las que había estado.

Todas las mujeres con las que había estado antes de ella, porque después de haberse metido en sus pantalones, no quería a nadie más que no fuera ella entre sus sábanas. Eso, para él, no significaba que estuviera desarrollando sentimientos por ella.

"Simplemente es muy buena en la cama"

"¿Y qué me dices de los celos que te carcomen? ¿Eso no significa nada?"

Harry bufó ante su propia consciencia jugándole una mala pasada. No había podido despegar los ojos de ella y del grupo de amigos que tenía alrededor. Estaba consciente de que ella no estaba interesada en ninguno de ellos, pero al contrario, ellos la veían como un trozo jugoso de carne. Uno que nadie sabía que le pertenecía a él.

Y ella por supuesto sabía lo que le estaba haciendo. Lo sabía muy bien por la forma en que lo miraba de reojo mientras jugaba y retozaba con los muchachos, cuando bailaba o simplemente cuando bebía de su vaso. La necesitaba.

"Eso te pasa por estar repitiendo polvos."

Se apresuró a ir detrás de ella cuando la vio entrar a la casa en dirección al baño y la esperó afuera haciéndola espantar al encontrarse con su figura recostada de la pared.

— Harry, me asustaste— dijo llevándose una mano al pecho.

— ¿Cuál es tu juego, niña?— se paró erguido.

— No sé a qué te refieres.

— Oh no sabes...— se acercó a ella y le agarró las caderas—. ¿Por qué dejas que te toquen tanto? ¿Por qué me estás ignorando?

— No te ignoro, soy discreta. No querrás que se sepa que nos revolcamos, ¿o sí? Además son mis amigos.

— Y tú eres mía, Linda— ella se rio y le rodeó el cuello con los brazos. Rozó su nariz con la de él antes de hablar.

— No, Harry. Yo no soy tuya.

Linda dio dos besos cortos en sus labios antes de mordisquear la parte debajo de su oreja. Harry gruñó y la dejó contra la pared pegando sus pelvis.

— Eres mía— repitió.

— No puedo creer que Harry Styles esté celoso y teniendo sentimientos— Harry dejó que siguiera besando su cuello y no dijo nada—. De mi boca no van a escuchar que soy o no tuya. Así que confórmate con lo que puedas conseguir...

— No estoy teniendo sentimientos. Eres demasiado buena en lo que haces y no he podido tener suficiente de ti.

Paseó sus manos por el cuerpo de la chica sin despegar sus cuerpos.

— Pero me tuviste anoche— susurró cerca de sus labios.

— Pero no es suficiente.— La besó. Una de sus manos abandonó su trasero para sujetarle el cuello y atraerla hacia sí. Sus alientos uniéndose tanto como sus cuerpos deseaban. Usó su lengua para separarle los labios y ella no pudo negarse. Se dejó besar y movió sus caderas acercándolas a Harry. Succionó y lamió su labio inferior deseando estar desnuda debajo de él. Lo sintió morderla y se llenó de fuerzas para separarse de él. Aunque deseara entregarse como suya, tenía que ser fuerte y demostrarle que iba a tener que trabajar duro por ella.

— Que triste— dijo.

— ¿Qué es triste?— habló con voz ronca.

— Que no sea tuya, que no vaya a dejar de bromear con mis amigos y que no me importe que no hayas tenido suficiente.

Linda se separó y se acomodó la ropa para poder salir. Harry, sin embargo, la haló por el brazo y le impidió seguir.

— ¿Qué tengo que hacer para que seas solo mía, entonces?— ella sonrió.

Él sabía perfectamente lo que tenía que hacer, y era entregarle todo.

"Lips so good I forget my name. I swear I could give you everything"

-Never Enough, One Direction, 2015 

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