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𝑳𝑨 𝑪𝑳𝑨𝑺𝑬 de Hagrid, desafortunadamente, acabó de muy mala manera. Aunque no le veía mucho futuro a esa clase, Dolores sabía que si se arruinó, no fue por culpa de Hagrid, fue del compañero de casa, Draco Malfoy.
El chico había desobedecido al profesor, se acercó como, en la humilde opinión de Dolores, como todo un bruto y sólo le dieron su merecido, un gran rasguño en su brazo izquierdo y, después de una dramática escena donde Dolores de verdad esperaba que se hubiera muerto, se lo llevaron a la enfermería, donde escuchó que ya estaba como nuevo, pero como es Draco "soy la criatura más dramática del universo" Malfoy, se estubo quejando toda la cena de cuanto le dolía y de como estuvo a punto de perder el brazo.
Patrañas, pensó ella, mirándolo con los ojos entrecerrados mientras comía.
A la mañana siguiente en clase de pociones, Snape trató a Malfoy como si fuera un soldado después de la guerra, como una muñeca de cristal que se podía romper en cualquier momento.
-¿Qué tal, Draco? -dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta-. ¿Te duele mucho?
-Si-dijo él en gesto valiente, pero le guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle cuando Parkinson apartaba la mirada. Dolores no pudo evitar rodar los ojos.
Aquel día elaboraban una nueva pócima: una solución para encoger. Malfoy colocósu caldero al lado de Harry y Ron, que estaban a lado de una Dolores algo furiosa, para preparar los ingredientes en la misma mesa.
-Profesor -dijo Malfoy-, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita,porque con el brazo así no puedo.
Dolores soltó un bufido, al lado de Ron, quién pegó un brinco al verla. Ella cortaba sus raíces con violencia, casi ira. Miró por un segundo a Malfoy quién retrocedió, algo asustado.
-Weasley, córtaselas tú -ordenó Snape sin levantar la vista.
Ron se puso rojo como un tomate.-No le pasa nada a tu brazo -le dijo a Malfoy entre dientes.
Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa.-Ya has oído al profesor Snape, Weasley. Córtame las raíces.
Ron cogió el cuchillo, acercó las raíces de Malfoy y empezó a cortarlas mal,dejándolas todas de distintos tamaños.
-Profesor -dijo Malfoy, arrastrando las silabas-, Weasley está estropeando misraíces, señor.
Snape fue hacia la mesa, aproximó la nariz ganchuda a las raíces y dirigió a Ronuna sonrisa desagradable, por debajo de su largo y grasiento pelo negro.
-Dele a Malfoy sus raíces y quédese usted con las de él, Weasley.
-Pero señor... -Ron había pasado el último cuarto de hora cortando raíces en trozos exactamenteiguales.
