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𝐀𝐍𝐃𝐑𝐄𝐖 fulminó con la mirada al pelinegro de ojos grises que estaba sentado a su lado. Alec miraba con una gran sonrisa a la profesora de Transformaciones que los miraba con ira pura. Su usual sombrero estaba en el suelo pintado de violeta, Alec llevaba las manos manchadas de ese color mientras que la túnica de la profesora estaba manchada de color rosa, siendo Andrew el responsable de eso.
Sinceramente la escena indicaba a gritos que los dos chicos de tercer año eran los responsables de tal acto, pero por primera vez en años, no era así. Fueron estafados por nadie más ni nadie menos que los reyes de las bromas, los gemelos Weasley. Los pelirrojos llegaron corriendo mientras Andrew y Alec caminaban a paso despreocupado por los jardines del colegio en dirección a la salida para poder ir al pueblito vecino mágico. Andrew ya estaba saboreando su cerveza de mantequilla cuando los gemelos llegaron, los ensuciaron de la pintura a cada uno y siguieron su paso rápido hasta desaparecer castillo abajo. Ambos se miraron confundidos pero fue demasiado tarde cuando Andrew alzó su varita para limpiarse, la profesora McGonagall ya había llegado en ese estado y dado que eran las únicas personas ahí y tenían las manos así, fue bastante fácil decir que eran los legítimos culpables.
Pero no, no eran por amor a Morgana.
Andrew estaba enfadado más que con los gemelos con su mejor amigo, por que esto era un payback de las bromas que Alec les hacía a los pelirrojos y Andrew era arrastrado a dichos actos. Por eso estaba furisoso.
-¿Serviría si le dijera que fuimos incriminados, Minnie?-preguntó Alec con su mejor sonrisa angelical. -Se lo juro por la garrita.
-No-dijo la profesora y Andrew resopló.
-Le juro por mis hermanos que esta vez no fuimos nosotros-le rogó el de ojos claros. La profesora lo miró alzando la ceja.-Que se mueran si miento, de verdad. Fueron los gemelos, ellos solo aparecieron , nos pintaron las manos y se fueron corriendo.
La profesora suspiró.
-Hasta que logre probarlo, tienen un día de detención. De todas maneras sé que fueron ustedes quienes inundaron el baño del quinto piso con un petardo así que los veo mañana a la hora de siempre.-dijo la mayor. Alec sonrió al recordar su acto y Andrew le dio un golpe en la frente con el dedo.
La profesora se marchó y Andrew volvió a darle un golpe en la cabeza a su amigo, esta vez más fuerte.
-¡Qué me duele Andrew!-gritó el chico en respuesta, tapándose la cabeza como protección y de paso manchándose el cabello de color morado.-¿Ves? ¡Tú no eres el abusado en esta relación! ¡Soy yo!-lloriqueó Black.-¡Apuesto que con ese golpe se ha muerto mi neurona que planea todos mis maravillosas ideas! ¿Ahora como voy a planear mi venganza contra esos idiotas pelirrojos?
-Por el amor a Morgana, cállate de una vez-rogó Snape. Alec rió y comenzó a caminar dando saltitos.-Y tu no planeas nada, yo siempre te doy ideas, idiota.
