BLOOD♤ [SanWoo]♤

Capitulo 1

Actualidad...

-¡¿Qué?!- Preguntó el omega en un grito- ¿Me estás jodiendo verdad?

-Ten más cuidado con tus palabras, Wooyoung- le replicó un alfa de cabellos negros- Soy tu padre y te atendrás a lo que yo considere mejor.

-Oh por supuesto ¡Casen al puto omega con un alfa rico, de todas formas es para lo único que sirve!- exclamó Wooyoung con rabia- Me importa una mierda que seas mi padre, me importa una mierda lo que digan y créeme que me importa una mierda que seas el líder de la manada, mi respuesta es no y no podrás hacer nada para cambiarlo.

¡Bam!

El sonido de un golpe seco fue perfectamente audible dentro de aquella habitación, el alfa miró enfadado como su hijo se acariciaba la mejilla y pasaba su lengua por la comisura de su boca, donde una gota de sangre era visible.

-Yo jamás querría el mal para ti y lo sabes... -dijo el alfa- si hago esto es por tu bien, yo nunca te he menospreciado por tu condición de omega y nunca lo haré, pero...

-¿Por qué no me das la posición de líder que me corresponde como tu primogénito entonces?- preguntó el menor enojado y dolido, sin embargo, no esperó la respuesta a su pregunta- claro, un omega no puede liderar la manada... -una risa amarga se escapó de sus labios- yo nunca me comportaré como un omega, jamás lo aceptaré.

-Pues si quieres permanecer aquí deberás hacerlo- respondió su padre con rostro serio.

-¿Cuanto quiere apostar señor alfa?- preguntó el menor desafiante, el alfa no pudo evitar verse a sí mismo cuando era joven.

-Wonho vendrá esta tarde para formalizar el compromiso, te vas a vestir de forma decente y estarás en el salón para recibirle, es una orden que no volveré a repetir.

-Primero me largo de aquí... -dijo Wooyoung.

Seo Joon, su padre, no dijo nada, solo le dedicó una mirada severa al menor y se dio la vuelta para salir de la habitación, cerrando la puerta de forma brusca.

Wooyoung tomó el reloj que estaba sobre el buró y lo lanzó por donde segundos atrás se había marchado su progenitor, convirtiéndolo en cientos de pedacitos.

Retrocedió hasta que dio con la cama y se sentó a orillas de esta, pasándose ambas manos por su morada cabellera, peinándola hacia atrás en señal de frustración.

No iba a casarse, por el maldito infierno que no lo haría. Había tenido que soportar muchas cosas a lo largo de su vida, desde que se había presentado como omega le habían empezado a tener al menos, no importa cuanto demostrara su potencial y sus capacidades, él era un omega y eso parecía ser suficiente para catalogarlo de incapaz e indefenso.