BLOOD♤ [SanWoo]♤

Capítulo 17

El pelirrojo colocó la última silla volteada sobre la mesa. Le había tomado casi una hora terminar de limpiar todo. Era domingo así que el local no estaría abierto.

—Mino, baja una silla para que Rosé pueda sentarse y comer su desayuno—pidió Jinyoung, saliendo de la cocina con una bandeja en sus manos y siendo seguido por la pequeña rubia.

El omega hizo lo que se le pidió, la rubia sonriente tomó asiento y empezó a devorar sus tostadas con gusto.

—Oye —habló Mino llamando la atención del pelinegro— Yeosang me llamó esta mañana temprano, no vendrá por aquí hoy.

—¿Le pasó algo?

—Mencionó algo sobre un accidente en una bicicleta, al parecer cojea y no quiso venir así pero me aseguró que está bien.

—¿Yeosang si quiera tiene una bicicleta? —preguntó el pelinegro extrañado.

—No me quiso dar detalles— respondió el omega encogiéndose de hombros.

—Bueno... Ya nos contará cuando regrese.

La puerta del local fue abierta, llamando la atención de los dos chicos.

—Sehun... —dijo Jinyoung. El nombrado había ingresado al local en compañía de al menos unos 8 chicos— Si vienes por algo de comer ya sabes que no laboramos los domingos— comentó de forma casual.

—¿Se encuentra Irene? —preguntó el castaño.

—¿Eh? No, salió hace rato pero volverá para el medio día.

—¿Ocurrió algo? —intervino Mino.

—Yo... de verdad lo siento chicos... —dijo Sehun, visiblemente tenso.

—¿Qué quieres decir?

Los hombres que acompañaban a Sehun dieron unos pasos al frente, prácticamente formando una barrera frente a los otros dos.

—Tengo que hacerlo...

—¡Maldita sea Sehun! ¿Qué significa esto? — vociferó el pelinegro.

—Taemin está muerto...

—¡¿Qué?!

—Ahora un vampiro es nuestro líder... Un antiguo...

—Song Mingi —pronunció Mino.

—Si... Veo que ya sabían...

—Ese maldito hijo de... — habló Jinyoung.

—Amenazó a Shuhua— comentó el castaño— lo siento pero... no tengo más opción que seguir sus órdenes.

—¿Te mandó a matarnos? —preguntó Jinyoung.

—No, solo ordenó que los llevemos con nosotros, él... él va a...

—¿Qué?

—Subastas...

—Mierda... —susurró Mino, sintió como algo se aferraba a su pierna, bajó la mirada y se encontró con los asustados ojos de Rosé.

—¿Y esa niña? —preguntó el castaño.

—Ella no tiene nada que ver con esto— respondió Mino de forma hostil— cariño... —dijo agachándose en frente de la rubia— ve a tu habitación y cierra la puerta, no abras hasta que la abuela o Wooyoung lleguen ¿Okay?

—Tengo miedo... —dijo la menor.

—Todo estará bien... Cuando Wooyoung llegue, muéstrale todo lo que viste... — esto último fue un susurro apenas audible para la rubia.