IMPERIO OTOMANO

Mustafa

Mientras que los guardias de su padre ahorcaban su vida pasa por sus ojos, cuando había conoció a su esposa, a la madre de sus hijos, a la única mujer de su vida, cuando sus hijos nacieron, cuándo dieron sus primeros pasos y dijeron sus primeras palabras, cuando su madre estuvo en su matrimonio, cuando su madre le cantaba cuando era niño, todo le pasó como un flas mientras que los haga intentan matarlo, tenía que luchar por su vida no quería dejar solos a sus hijos y dejar a su esposa, y no era una buena mujer y lo quería mucho, la había conocido cuando era joven, era una criada qué fue sus aposentos Y desde ese momento que fue se enamoró de ella perdidamente, y bien es cierto otras dos chicas más estuvieron en su vida no fueron tan importantes como ella, ni las amo tanto como a ella, cuando ellos cometieron el error de meterse con su esposa y la pagaron con su vida, pues su esposa es la que se hizo responsable de sus hijas, a pesar de que sus madres habían intentado matarla nunca guardo odio en su corazón ni lastimó a sus hijos, jamás hizo diferencia entre los hijos de ella y los de otra. Habían tenido toda una vida para amarte y a pesar de las integradas de la esposa de su padre, Hurrem eso no lo había detenido para hacerlo feliz, junto a su madre, pues hace varios años dejó de considerar al Sultán padre. Ella dice que lo terriblemente de él al ver que era manejada por una mujer mala, como la llamaban en el pueblo y una bruja rusa, él sabía que su madre no era totalmente inocente pues ha intentado matar a Hurrem en es oportunidades, sin embargo ella también lo intentó con su madre, además de burlarse de ella, pero lamentablemente no toda la culpa era de ella, y la de su padre es permitir ese trato tan humillante hacia su primera esposa tal vez no legal pero si la madre de un príncipe, quién se suponía que era el príncipe heredero al Trono otomano. Qué pena le daba esa hombre, el había caído tan bajo y su esposa de él era capaz de hacer eso, era cierto ya no se llevan bien y discutían, jamás iba a ser capaz de traicionar a su padre y mucho menos mandar lo matan a él y a sus hermanos, cuando sus hermanos eran un pedazo muy importante en su vida, cuando era chiquito había jugado con ellos y los quería mucho, el cariño hermoso, entendía también un poco a Hurrem seguía intentado matarlo para asegurar el trono a sus hijos, porque sabía que cuando uno subía era casi obligación matar a sus hermanos, in embargo él no lo iba a hacer por la promesa a su difunto hermano, con quién una vez había hablado de ese tema y serían prometido mutuamente no hacerlo, cómo lo iba a hacer si los amaba tanto, pero también gracias a eso entendí a Hurrem, pero no su padre, al haber sido tan poco y caer en algo tan obvio. Poco a poco la vida se le iba y sus últimos pensamientos fueron Asia su esposa, hijos amada madre, quienes iban a sufrir mucho por su pérdida, esperaba que sus hijos no les pasará nada, porque sabía que si algo sucedía su amada Esma no lo soportaría, si bien es cierto deseaba que no pasará mucho tiempo para encontrarla en el reino de Ala, deseaba que cuidara de sus hijos y pudiera ver a sus nietos, algo que todavía era muy lejano pues sus hijos todavía eran chicos, pues El pequeño príncipe Mehmet tenía nueve años, Ayse seis, Handan cinco, Kasim cuatro, Hanzade cuatro, Fidan tres y Gulbahar uno.