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Capítulo tres.

Paz;

Esperé a Tomás toda la tarde encerrada en mi habitación. No quería cruzarme a Valentín por nada del mundo. Pasaron las horas y no sé en qué momento me quedé dormida. Al rato, siento como alguien se acomoda en mi cama, al lado mío, supuse que era Tomás así que no di bola y seguí durmiendo. Sus manos comenzaron a hacerme mimitos en el pelo, tan agradables que ni siquiera quería moverme, quería estar ahí para siempre. Tranquila. Solamente sintiendo nuestras respiraciones.

- Perdón. - Escuché decir, al instante supe que era Valentín. Me levanté de un salto de la cama y lo miré. Ya no sabía qué decir, la situación se tornaba incómoda, por lo menos para mi. Le dije todo lo que tenía guardado y se me cagó de risa en mi cara.

- Mira Valentín, tratemos de que el tiempito que estés acá sea llevadero y en paz, ¿puede ser? - Le dije resfregando mis ojos, aún con cara de dormida.

- Ya sé, no quiero cagar tu relación. - Rió por lo bajo. ¿Qué quería decir con todo esto? No me bancaba nada esos jueguitos que él hacía siempre conmigo. Boludeandome.

- Entonces andate de mi habitación. - Dije cruzandome de brazos. Luego, el timbre se escuchó. Ahora sí, supuse que era el pelotudo de mi novio. Dispuesta a ir a abrir la puerta, comencé a caminar para salir de la habitación pero Valentín se adelantó y bajó él primero para abrir. Me quedé en las escaleras escuchando lo que iban a decir, básicamente chusmeando. No soportaba la idea de estar entre los dos y sentir la tensión entre Valentín y yo. Tomás no se merecía eso.

- Hola, ¿está Paz? - Dice Tomás algo serio, pero supuse que era porque no sabía quién era la persona que acababa de abrir la puerta.

- No, no está. - Dice el hijo de puta. Enseguida salí de mi escondite y aparecí entre los dos. Ambos me miraron.

- Estaba dormida, recién me despierto. - Me dirijo hacia mi novio y luego me acerco a él para darle un beso corto en la boca. Valentín nos mira con su mayor cara de orto. Luego, los presento. - Amor, él es Valentín, mi hermanastro. - Tomás se acercó a él para saludarlo cordialmente y Valentín aceptó su saludo aún con cara de pocos amigos.

Lo hago pasar y al toque subimos a mi habitación. Sentí una mirada fija detrás mío, sabía de quién se trataba pero omití cualquier acción que él hiciera. El tiempo pasó volando, nos acostamos a mirar películas hasta que los demás llegaran para cenar.

- Te amo. - Soltó Tomás de la nada mientras veíamos la película. Lo miré y tomó mi mentón para acercarse más a mi y depositar un beso lindo en mis labios. Poco a poco el beso se iba intensificando cada vez más, así que me subí encima de sus piernas quedando frente a él, con mis piernas entre su cadera. Comencé a moverme de arriba hacia atrás sobre su entrepierna hasta que alguien nos interrumpe abriendo la puerta. De un sólo movimiento yo ya estaba parada al lado de mi cama y con Valentín viéndome... ¿desilusionado?. Al instante mis mejillas se tiñeron de color rojo, no sabía que hacer, y por ahí siento la risita de Tomás atrás mío.

- Karen me pidió que te avise que vamos a cenar. - Dijo sin vueltas y serio. Sentí ganas de correr hacia él y abrazarlo, como lo estuve deseando desde que se había ido. Cerró la puerta y escuché sus pasos bajando la escalera.

- ¿Siempre es así el loco este? Re corta mambo. - Comenta Tomás riendo y a la vez un poco molesto. No contesté, solamente me limité a abrir la puerta y bajar. Me sentía mal. A pesar de todo, tampoco me gusta la idea de que él me haya visto a punto de cojer con mi novio.

Llegué al comedor donde estaban mi mamá, Alejandro y Valentín sentados en la mesa. Me senté frente a Alejandro y Tomás tenía que sentarse frente a Valentín.

La noche fue intensa, ambos se tiraban miradas como de odio, pero aún así fue todo tranquilo. Hasta que Valentín comienza a romperme las pelotas como siempre le gustó.

Mamá y Alejandro fueron a la cocina a buscar el postre, dejándonos a nosotros tres en el comedor. Tomás, comenzó a acariciar mi oreja, algo que él siempre hacía aunque sabía que no me gustaba. Antes de que pudiera sacarlo, Valentín habló.

- No le gustan las caricias ahí.. - Soltó y luego tomó cerveza de su vaso. Me puse violeta. No sabía dónde meterme. Tomas obviamente no entendía nada, así que traté de desviar su atención dándole un beso en sus labios.

- ¿Me parece a mi o te conoce muy poco? - Volvió a hablar. ¿Esto quería? Generar pelea entre mi novio y yo. Sonreí falsamente y luego aparecieron mamá y Alejandro. Hoy cuando me dieron la "noticia" de que Valentín venía a cenar hoy me pareció raro, supuse que ellos tenían que decirnos algo pero no hice tanto caso.

Sirven el postre en cada uno de nuestros platos, y luego se sientan. El ambiente era incómodo, hasta que por fin mi mamá decide hablar, pero hubiera deseado que se quedara callada para siempre.

- Estoy embarazada. - Casi me atraganté con un pedazo de torta que tenía en la boca, comencé a toser y sentí unas manos que palmeaban mi espalda.

- Hija! ¿Estás bien? - Dijo mi mamá asustada. - Ay Ale, me parece que no tendríamos que habérselos dicho tan rápido.

- Tranquila, estoy bien. - Dije y miré a Valentín. Nos quedamos mirando unos segundos, ambos estábamos ¿desconcertados? Como si realmente esto fuera a arruinar nuestra relación. Espera, ¿qué relación?

Al final todos felicitamos a nuestros viejos y la cena terminó, Tomás fue a su casa y yo subí a mi habitación. Durante toda la noche estuve pensando, en Valentín, lo que tuvimos. Los sentimientos que despertó en mi de la nada, sólo quería que se fuera otra vez y no verlo más. Aunque pensar en eso me revolvía el estómago y me generaba un nudo en mi garganta. ¿Qué mierda te pasa Paz?


🎀🎀🎀


Siento que es chotisima y quiero llorar 😭 necesito opiniones

Queridísimo hermanastro; 2da temporada. - WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora