Running From Myself.

CAPÍTULO 3: Max.

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Un chico alto sonreía ampliamente mientras ondeaba su mano de izquierda a derecha, como la realeza. De un momento a otro, me encontraba colgada de su cuello, tratando de no llorar. Sus cálidos brazos rodeaban mi espalda, mientras escondía mi cara en su cuello, inhalando toda su colonia. Recuperé el control en mí, y me separé un poco para verlo mejor, sin soltarlo. 

YO: Max.- Sentía mis ojos arder, las lágrimas deseosas de salir a su encuentro con mis mejillas.

MAX: Nicky.- Sonrió.- Estás más alta, princesa.- Nuestras miradas fueron interrumpidas por Andrea.

ANDREA: ¡Maxxie! ¡Cuánto tiempo!- Dijo en un tono de asombro. No era novedad que Andrea y Max no eran los mejores amigos.

MAX: Sí, supongo.- Dijo cortante e indiferente. 

CRIS: Pues a mí sí me da gusto tener a los dos Hoult en el mismo lugar.- Dijo dando un pequeño brazo a Max.

MAX: Ya me hacía falta ver a mi hermana.- Me miró regalándome  una sonrisa cálida, como siempre acostumbraba.

ANDREA: Sí, sí, como sea. Teníamos planes.- Cris codeó a Andrea.

CRIS: Sí, bueno, podemos dejarlo para otro día.- Sonrió.- Aparte, Andy, Alan tiene el día libre.- Dijo divertida.

ANDREA: Tienes rázon, iré a ver a mi novio.- Me abrazó y miró despectivamente a mi hermano.- Nos estamos viendo.- Cris se despidió y se fue tras Andrea.

MAX: Tus amigas siguen siendo igual de raras.- Dijo divertido.

YO: Sí, no cambian.- Sonreí.

MAX: ¿Quieres ir de compras?- Para mí, lo mejor del mundo era salir de compras con mi hermano mayor.

YO: ¿Tú invitas?

MAX: Como siempre.- Sonrió. ¿A quién no le gusta que le compren cosas?

Estuvimos dando unas vueltas por las tiendas de las plazas, entrábamos, mirábamos todo y salíamos, sin encontrar nada que captara nuestra atención. Llegamos a mi tienda favorita, me tomé el tiempo de observar prenda por prenda y tomar una sabia decisión en ese momento. Mi concentración fue interrumpida por un par de brazos rápidos.

YO: Elaine, hola.- Traté de sonreír.

ELAINE: Qué coincidencia encontrarnos aquí.- Sonrió.- No había notado que no tenía tu número y pues no hemos hablado sobre el proyecto.- Sacó su móvil.- ¿Lo anotas?- Extendió su celular hacia mí manteniendo su sonrisa.

YO: Claro.- Tomé el celular y comencé a escribir mi número.- Aunque vives justo a un lado de mi casa.- Le devolví el celular junto con una sonrisa.

ELAINE: Sí, pero sería vergonzoso ir sin avisar. No somos amigas.- Al menos, ella entendía eso.

Busqué a Max con la mirada, después de todo, no era tan difícil de perder. Estaba a lo lejos frente a unos estantes. Hablaba con un chico castaño. No podía verle el rostro, estada de espaldas.