CAPÍTULO 6: Déjame conocerte.

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Después del medio tiempo, me escabullí entre la multitud con el pretexto de ir a los sanitarios. Había demasiada gente, los chicos estaban en el campo intentando hacer su mejor juego para llevarnos a la victoria. Yo, por otra parte, quería escapar, no quería estar al alcance de tantas ideas estúpidas dando vueltas en mi mente. 

Llegué a los sanitarios exteriores de la escuela, entré y reposé mis manos frente al lavado, me observé con cuidado en el espejo y di un profundo suspiro, me sentía a salvo ahí dentro. Se escuchaba el bullicio de los adolescentes y fanáticos a lo lejos, pareciera una fiesta que hacen los vecinos de la entrada de la colonia que tiende a molestar, pero no lo suficiente.

Tomé mi tiempo ahí dentro, caminando en círculos, escuché un par de pasos frente a la puerta, pero poco a poco se fueron alejando, sólo era alguien que pasaba por ahí, no tenía que ver conmigo. Tomé otro fuerte suspiro y decidí salir. Mala decisión.

XXX: Hasta que te encuentro.- Dijo una voz suave pero con tono de molestía. 

YO: Yo...- Volteé con cuidado y lo observé. Ahí estaba, recargado contra el muro frente a la puerta del baño de damas, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Blake.- ¿Para qué me buscabas?- Tomé aliento para no balbucear, de nuevo.

BLAKE: Te fuiste sin más de las gradas y luego no regresabas, no estaba Dylan dentro de mi campo visual y, bueno, lo normal es alarmarse, ¿no lo crees?- Su tono permaneció amenazador y desafiante. Se miraba molesto por alguna razón.

YO: Pues lo siento, pero estoy bien.- No entendía bien sus razones, no después de lo que dijo Elaine. Giré sobre mi costado derecho y decidí volver al campo, pero sus fuertes brazos me lo impidieron.

BLAKE: No puedes seguir dejandome hablar como tonto, solo.- Me encontraba frente a frente con él, demasiado cerca, demasiado intenso. 

YO: Yo...no fue mi intención.- Intenté soltarme, pero fallé.

BLAKE: Ese es el problema, nunca es tu intención.- Bufó molesto.

YO: ¿Cuál es tu problema?- Ahora mi tono era el que mostraba furia.

BLAKE: Tú, Nicolé, tú eres mi maldito problema.- Dijo, soltándome por fin. Mis piernas no me contestaban, sólo lo miré, hasta que por fin pude decir algo.

YO: No te entiedo, si tanto problema tienes conmigo, ¿por qué no sólo me dejas en paz?- Al parecer, mis piernas tomaron vida propia y comenzaron a andar, pero hacia el lado contrario al que quería ir.

BLAKE: Nicolé...- No escuché pasos tras de mí. Una parte en mi interior se sentía decepcionada por ello, otra, bueno, sólo quería salir corriendo.

Llegué al estacionamiento de la escuela, podía ver a lo lejos mi hermoso coche. Unos pasos más y logré ver a alguien recargado en mi puerta, no distinguía quién era, pero seguramente sólo estaba ahí porque sí. Aún se escuchaba el juego en marcha, no podía ser alguien de la escuela. Otros metros enfrente... Dylan.

Di media vuelta, pero era tarde, él me había visto. Escuchaba pasos rápidos tras de mí, pero por alguna razón, mis piernas dejaron de responderme... de nuevo. Siempre en el peor momento mis nervios me traicionan.

DYLAN: ¡Nicky!- Gritó con cansancio.

YO: Nicolé.- Pensé.

Running From Myself.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora