Expedición al quinto piso

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La madera crujía, era extraño subir las escaleras, parecía que mis pies se hundían en ellas, me parecía sentirlo...¿Imaginaciones mías? Me sentí mareado desde el segundo escalón.
¿La pared se estaba moviendo?
Se me nubló la vista y subí los últimos escalones tambaleándome. Cuánto subí? Parecía un tramo pequeño desde abajo...
Al fin, allí estaba el último escalón!
Llegué, y caí al suelo inconsciente

No recuerdo cuánto tiempo pasó desde que me desmayé, pero seguramente no mucho, ya que "C" no vino a buscarme.
Sentía una confusión extraña, y me dolía la cabeza.
Entreabrí los ojos con miedo y una sensación extraña, como si me pesara mucho el cuerpo.
Había unas escaleras pero....no eran las que subí, ¿no?
Me incorporé lentamente apoyándome en una pared y observé a mi alrededor. Parecía una habitación, había una cama y en el suelo una alfombra de colores vivos.
¿Era allí donde dormía C?
Lo que más me confundía eran las escaleras, que en vez de hacia abajo iban hacia arriba.
-Vale, el viejo señor C es un loco que me golpeó mientras subía las escaleras y me arrastró a un tipo de habitación subterránea. No pasa nada, ahora mismo voy arriba y salgo corriendo de aquí.
Me preparé para subir las escaleras con el plan perfecto para escapar en mente. Cogí carrerilla y las subí del tirón, pero me paré en seco cuando me topé con una habitación vacía.
-...
Otra habitación similar a la anterior,  aunque sin muebles. Lo único que parecía llenarla era la luz anaranjada que entraba por una pequeña ventanita situada en la pared.
-Vale, creo entenderlo. Este es el segundo piso.
En ese momento acepté que el valle no tenía mucho sentido. Era algo así como Alicia en el País de las Maravillas. Si quería salir de allí, tenía que ignorar este tipo de cosas. Seguiría subiendo hasta el quinto piso.
Antes de ir hacia las escaleras, quise comprobar si seguían allí las escaleras que usé para subir.
No, claro que no.

El siguiente piso estaba completamente a oscuras. ¿Estaría vacío, o habría algo esperándome en una esquina?
Llegué a la escalera tanteando la pared. Antes de comenzar a subir, me paré un momento a escuchar, algo respiraba. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Lentamente llegué al siguiente piso, siempre escuchando.

- Cuarto piso.
El suelo era de cristal. Me pregunté por qué la luz de aquel cuarto no iluminaba el anterior piso.
El cristal no era negro, porque pude notar claramente que lo que veía era sin duda la oscuridad absorbente del piso de abajo.
Donde me encontraba la pared estaba cubierta de grandes ventanales.
Me acerqué y contemplé las montañas, que en esta ocasión no me parecieron tan extrañas. Eran...realmente bellas. Observé el arroyo, la manera en que se estrechaba al llegar al bosque...el bosque... ¿tenía un brillo verdoso? Serían las ventanas que difuminaban el paisaje. Me di la vuelta y observé la habitación. Era un dormitorio, parecido al del primer piso, solo que la cama tenía estampados de flores.
Me pareció que olía a flores de verdad.
No podía detenerme, un piso más y encontraría el espejo que mencionó C.
Subí deseando que fuese verdad.

Allí estaba.
Un espejo de cuerpo completo polvoriento, tapado con una sábana.
"Que aspecto tengo? Soy guapo, o más bien poco agraciado? ¿De qué color son mis ojos y mi pelo? Tengo granos?"
Era el momento de comprobarlo. Me acerqué al espejo y retiré la sábana.











Ahí lo tenéis. He intentado hacerlo más largo porque comprendo que con lo lenta que soy actualizando podríais perder el hilo de la historia.
Intentaré centrarme más en esto y ser menos continua con los poemas a ver si acelero un poco lo cosa.
Gracias por leer mi pequeña anotación (☆▽☆)

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