El Renacimiento de YiHan

Capítulo 43 Golpeado por un rayo

JingYuan estaba congelado. Los pequeños hombres que representaban su deseo y su racionalidad habían caído en una bola de golpes y patadas hace mucho tiempo. Al final, la racionalidad perdió.

Como si estuviera poseído, bajó la cabeza y ...

[500 palabras se han considerado inseguras para los ojos.]

¿Quién es éste? ¿Quién lo está besando? En el momento en que esas preguntas aparecieron en la mente aturdida de YiHan, ¡se puso serio como si alguien lo hubiera golpeado con toda una cama de agujas!

Su boca estaba bloqueada. No pudo hablar. Comenzó a agitar los brazos y los pies en pánico. ¿Quién es éste? ¿Quién le está haciendo esto de nuevo? ¿Es Feng Qun? ¿Esos asquerosos "amigos" suyos? ¿Querían volver a hacerle eso aterrador y vil? ¡No! ¡No, preferiría morir!

YiHan luchó con todas sus fuerzas. Sus uñas sacaron varias corrientes de sangre a lo largo del cuello de JingYuan. Finalmente, JingYuan salió de su fervor. Dioses, ¿qué había hecho? En realidad se había aprovechado del pequeño cuando estaba borracho. ¡Forzó un beso en YiHan cuando el otro había depositado su plena confianza en él!

JingYuan inmediatamente sintió como si hubiera sido alcanzado por un rayo. Apresuradamente soltó al niño en sus brazos. Su mente ebria zumbó. ¡Cómo deseaba poder suicidarse allí mismo! ¿Por qué no podía controlarse a sí mismo? ¿Por qué hizo algo así? ¿Cómo lo miraría su hombrecito ahora? ¡YiHan debe pensar en él como un maníaco pervertido que se aprovecha de los demás mientras no pueden decir que no! JingYuan se estaba ahogando en la desesperación.

En cuanto a YiHan, originalmente estaba sentado en la bañera con la parte superior del cuerpo apoyada por JingYuan. En el momento en que JingYuan lo soltó, YiHan fue tomado por sorpresa. ¡Con lo violento que había luchado, todo el cuerpo de YiHan cayó en la bañera!

JingYuan no tuvo tiempo de deprimirse por el odio a sí mismo ante semejante espectáculo. En pánico, se arrodilló y sacó a YiHan del agua. Una bocanada de agua se escupió de la boca de YiHan. Ahogado y tosiendo, un brillante sonrojo rojo adornaba su rostro.