Capítulo 2

10.1K 1K 146
                                    

Gruñó cuando la alarma de las siete de la mañana interrumpió su magnífico sueño.

Le había tomado un poco más de tiempo de lo habitual dormirse y lo que menos deseaba en este momento era una molestosa alarma diciéndole que debía levantarse porque era un nuevo día de trabajo.

Apagó el odioso sonido mientras fruncía el ceño y suspiró antes de decidir que era momento de levantarse. Golpeó la almohada en símbolo de protesta como si esta tuviera la culpa (aunque en parte sí la tenía por ser tan cómoda) y finalmente se levantó de la cama.

Si había despertado de mala gana, significaba que no tendría un buen día.

Pero mientras la operación que tenía no resultara mal, no había dilema con lo que pasara en el resto del día.

Tomó una ducha de agua fría para despertar completamente, vistió con un traje de color negro, preparó unas tostadas y café para su desayuno, cepilló sus dientes, peinó su cabello y salió de su departamento, para luego bajar al estacionamiento y buscar su auto que había comprado hace cuatro meses.

Era realmente un milagro que tuviera una licencia de conducir considerando las pocas clases que había tomado debido a su trabajo.

Las calles de Seúl estaban horriblemente repletas de gente al ser las ocho de la mañana, pero no se sentía nervioso por la hora; su horario de entrada era a las nueve de la mañana.

Después de alrededor de una media hora, finalmente estaba dejando su auto en el estacionamiento del hospital. Salió de este y puso el seguro, para luego ir a las escaleras, marcar su horario de llegada y subir hasta el sexto piso, donde se encontraba su oficina.

Las molestas miradas de todos los días llegaron y sólo pudo rodar los ojos ante eso. Sería mejor si se concentraban en sus propias vidas en vez de hablar sobre la de los demás.

Neurocirujano soltero y casi viviendo en el hospital no debía ser un tema de conversación.

Entró en su despacho, dejó el saco de su traje en el perchero y se colocó la bata blanca en su lugar.

Doctor Jeon Jungkook
Neurocirujano

Se ubicó detrás del escritorio, encendió el computador, revisó su agenda del día y se contactó con el secretario de turno ese día para que comenzara a llamar a sus pacientes.

Se ubicó detrás del escritorio, encendió el computador, revisó su agenda del día y se contactó con el secretario de turno ese día para que comenzara a llamar a sus pacientes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siendo ya casi el mediodía, buscó alguna colación en la cafetería que pudiera comer antes de la operación que tenía aproximadamente dentro de media hora.

Terminó optando por un sándwich y una botella de agua que llevó consigo a su oficina.

Era un poco agrio comer solo, incómodo, pero lo prefería a la ruidosa cafetería del hospital.

Ending Scene | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora