AMOR IMPOSIBLE

NACE UNA AMISTAD

Kazemaru no entendía como rayos había terminado en el departamento de un desconocido; es decir, agradecía que este le hubiera salvado de casi morir arrollado por un auto pero el no debió aceptar la invitación, y si resultaba que era un loco asesino en serie...

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se había dado cuenta que el peliverde le estaba extendiendo una taza de café, sino es porque este ultimo emitió un sonido para llamar su atención.

-Te ves cansado, tal vez un café te ayuda a despejar tu cabeza.

-Gracias- dijo en un susurro mientras lo miraba con curiosidad

-¿Cómo t...- 

-Por ciert...- ambos soltaron una pequeña carcajada al ver que se habían sincronizado al momento de hablar.

-Soy Ryuuji Midorikawa, un gusto en conocerte- se presento el peliverde mientras estiraba su mano en forma de saludo.

-Ichirouta Kazemaru, el gusto es mío- musito el ojialmendra correspondiendo el saludo.

-¿Cómo el multimillonario?- respondió el contrario al momento en el que dejaba su taza si contenido sobre la mesa de centro.

-El mismo que viste y calza- que mas daba tratar de esconder sus raíces, si estas ya le habían arrebatado lo que tanto anhelaba.

El silencio volvió a reinar en la sala con la diferencia de que en lugar de ser algo incomodo como había pensado el peliturquesa, el ambiente se sentía cálido y hogareño. 

-No quiero sonar entrometido ni nada por el estilo, pero te veías perdido cuando te encontré en la calle, ¿quieres hablar de aquello?- cortó el silencio Midorikawa, pensando en que tal vez su nuevo amigo necesitaba desahogarse. 

Kazemaru no era el tipo de persona que se abría ante desconocidos, pero la extraña calidez que desprendía su contrario lo hacía querer soltar todo lo que lo estaba dañando en el interior. Y así sin más le contó sobre su familia, su compromiso, Fudou; todo fue dicho en esta pequeña charla que le ayudo a quitarse un peso de encima.

El peliverde durante todo el relato se dedico a escuchar y a transmitir su apoyo, haciéndole saber a Kazemaru que ya no se encontraba solo y que el iba a estar ahí cuando lo necesite. 

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Ha pasado mucho tiempo desde que no me cruzaba por este lugar. No es ningún tipo de excusa ni nada del porque deje de escribir, solo que toda la inspiración se había esfumado. y después de casi 4 años volví a abrir esta cuenta. 

Dí una leída rápida a los antiguos capítulos, y tal vez antes no me hubiera dado cuenta, pero ví algunos errores tanto ortográficos como semánticos que posee este fic. No pensé en volver a actualizar esta historia o la otra que así mismo tiene un buen tiempo sin ser actualizada, pero no solo trataré de ahora si finalizar esta historia, sino que también la corregiré.

En fin espero que se estén cuidando con esto del Covid-19. 

Disfruten del capítulo.