fumando cigarrillos en el techo

138 50 26
                                    

Isabella

Hoy todo era común, a diferencia de que hace 2 días, me llego una llamada, era la mamá de Cami, me pregunte por un momento que es lo que quería, al otro lado podía escuchar una voz quebradiza, entre pequeños sollozos pude escuchar a la señora Adriana.

- Isabella, Cami ya no está más aquí, quiero que vengas a su funeral dentro de 2 días...-

Esas simples palabras me hicieron sentir con un vacío, tenía miles de preguntas, pero la señora Adriana, había colgado, mi mente en ese momento revoloteaba, como podía ser posible que aquella niña que conocí desde tercer grado de primaria, hubiese muerto, no podía creerlo, la noche aquella que recibí la noticia acerca de Cami, me puse a pensar, como era la amistad de los tres que comenzó desde hace años.

Aún recuerdo el día en que la conocimos, ella era nueva en la escuela, no tenía mucho de haberse mudado, era bastante tímida, cosa que no se veía muy a menudo, yo siempre estaba a lado de Alejandro, a el lo conocí un día de abril,cuando ambos teníamos 6 años, yo solía ser una niña como cualquiera, demasiado alegre, encajaba con Alejandro, lo veía como una persona que sabía tomar bien sus decisiones, podía ser un líder nato, un aventurero, de pequeño lo era todo, siempre estaba ahí siguiéndolo en todo, pasamos aproximadamente siendo mejores amigos 2 años, fue la mejor infancia, aún recuerdo cuando su papá reparaba su auto, aquel Volkswagen viejo, a cambió de que le pasáramos algunas herramientas conseguíamos unas pequeñas galletas de queso, eran realmente ricas.

Aquellas tardes, fueron lo mejor, siempre pude ver a Alejandro feliz, a pesar de que sus padres siempre se les oía pelear, por lo que el salía de su casa a jugar conmigo, fue entonces cuando cumplimos ocho, se nos sumó Cami, ahora éramos 3.

A Cami siempre la traían en un auto a mi casa, pasábamos 3 horas con ella, pasado esto venían a buscarla, se podía decir que era poco tiempo, pero Cami nos alegraba el día, siempre traía una mochila rosa, con bastantes juguetes, supongo que sus padres le compraban de todo, en fin nos divertiamos mucho, con juegos infantiles, íbamos a un parque cercano en compañía de mi papá, en ese tiempo solía cuidarme, ahora no tiene tiempo por el trabajo,y mamá...bueno a ella la veo a veces, prefiere estar con su novio.

Pasaron algunos años, Alejandro y Cami, cambiaron demasiado, a ellos empezaban a interesarles cosas más adultas, hacían bromas algo más subidas de tono, era gracioso para algunos preadolescentes, ya teníamos 12, pero yo me sentía diferente,aún amaba las caricaturas, aun quería comer esas galletas de queso, pero hace un año que no las recibíamos, eso paso cuando el papá de Alejandro se fue, tal vez eso hizo madurar a Alejandro, pero sentía envidia de que el y Cami,pasaran más tiempo juntos.

Haz sentido alguna vez, ese sentimiento de inseguridad, aquel que te dice que te abandonaran, te sientes solo, sientes que cada día las personas a tu alrededor se van distanciando, así me sentía yo a los 12, pero no sabía como expresarme en aquellos días.

Comencé a crecer también,a los 14 me di cuenta de algo, a mi me interesaba Alejandro y no de forma amistosa, por eso cada que estaban ellos dos cerca me sentía de tal manera, ¡celos!...acaso eran ellos?...si lo eran...
solía pensar que el cambio de Alejandro era culpa de Cami, pero que idiota que era, los celos me hacían un completa pendeja, yo no podía medir mis acciones, ni como me sentía tan solo tenía 14, y era humana.

Ahora estaba algo decepcionada de mi, subí al techo,como solía hacerlo todos los días, encendí mi cigarrillo y fumé, fumé mientras lloraba, tal vez yo pude apreciar más a Cami, si tan solo no hubiera sido idiota.

Camila...Aún Permaneces En Mi Mente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora