Ambos nos amábamos con intensidad, a pesar de los conflictos siempre estuve para él y él para mí. Nuestro amor era único, o al menos así lo veía yo.
¿Pero podré recuperar el amor y la estabilidad con él? ¿Seré capaz de perdonar el daño que había he...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me encontraba muy perdida estos días, desde la noticia de que Duff se irá de gira ahora en mes y medio me tenía con mucha ansiedad. Según Hailey, el embarazo tenía mucho que ver también. He estado con mucho apetito y no paraba de comer lo primero que veía.
El notorio crecimiento de mi vientre avanzaba cada semana, ya no pude ocultarlo más, así que mis compañeros de trabajo tuvieron que saber la verdad, aunque solo era Frank y mi jefe quienes no estaban enterados. Frank parecía muy contento y me cuidaba en todo momento, al igual que Hailey, eran muy atentos conmigo. Por otro lado, Jack se había sorprendido mucho por mi embarazo puesto que pensaba que yo estaba soltera, lo cual es verdad, y por alguna extraña razón me hizo decirle que efectivamente estaba soltera y que no sabía de quien era el bebé, cosa que era mentira. Así que, Jack había vuelto a hablarme e incluso se queda hasta más tarde para acompañarme a mi casa.
—El jefe quiere verte —Frank se acercó y me avisó que debía ir a la oficina.
—Gracias, Frank —le sonreí. Ya no le daba importancia a su estúpido apodo así que solo lo ignoré.
Caminé hacia la oficina de Jack y toqué repetidamente la puerta hasta escuchar la voz de mi jefe dándome permiso para ingresar. Le sonreí sin mostrar los dientes y me senté en la silla frente a él.
—Me dijo Frank que quería hablarme —hablé cruzándome de piernas y me acomodé el uniforme, el cual agradecía que fuera un poco holgado y mi panza no se notaba mucho.
—Deja las formalidades, June, tutéame —me sonrió Jack, asentí no muy convencida—. Bien, lo que quería decirte es que a partir de mañana puedes dejar de venir a trabajar.
Abrí mis ojos como platos y lo miré confundida. ¿Me estaba despidiendo?
— ¿Qué? ¿Por qué? —Me apresuré a preguntar—. ¿Es por el embarazo?
—Tranquila, June —trató de calmarme—. Sí, es por el embarazo, pero no te despediré. Sólo no pienso dejarte trabajar en ese estado, debes cuidarte y cuidar del bebé, ¿sí?
No entendía a que venía toda esta preocupación. Podía trabajar perfectamente con o sin embarazo.
—Pero puedo trabajar con tranquilidad, señor —negué con la cabeza—. Yo... yo necesito el dinero de este trabajo, es lo único que tengo.
Él rió ligeramente haciéndome confundir aún más. Estaba a punto de un ataque.
—No te preocupes por eso, June. Te seguiré pagando como corresponde —me miró con una sonrisa, fruncí el ceño—. Sé que no todos lo hacen pero quiero ayudarte, en serio.
Estaba confundida. ¿Por qué la repentina preocupación de repente?
