capitulo: 11 parte 1

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Prov. Kagome

-Bueno, todo listo. Dijo Rin afirmando ya nuestra partida del hospital, yo tome al niño en mis brazos-Dios creo que los Taisho exageran un poco. Dijo tomando los globos que me había llevado el Sr Taisho, no pude evitar sonreír

-Es su primer nieto creo que debes entenderlo un poco. Le mencione y ella rueda los ojos

-Espera llegar a la casa esta llena de flores, mama esta igual de loca por el pequeño. Dijo y suspiro-Yo solo espero que el niño sea un tratado de paz entre las dos familias. Dijo sincera y la verdad es que yo espero lo mismo

-Kagome. Entro mi mánayer con su teléfono en la mano-vamos que ya se están quejando los enfermeros por los reporteros que están en la entrada. Me afirmo y suspiro, cubro a mi bebe y comienzo a caminar a su lado, Rin va tras mi, llegamos a recepción y estaban dos guardaespaldas esperándome, Rin le entrega a uno la maleta, ella se acerca y toma al niño, la enfermera me entrega todo lo necesario me da una cita de rutina dentro de dos días, guardo todo en mi bolso de mano y tomo de vuelta al bebe, los cinco salimos del lugar y siento como los guardaespaldas comienzan a hacer su trabajo, sentía el fogaje de la prensa con sus ridículas preguntas, cubro muy bien al bebe para que no fotografíen su carita. Me subo al auto y siento como sube Rin

-Vamos. Esa voz levanto la vista y veo a Sesshomaru con una gran sonrisa

-¡Tu! Dice Rin y yo sonrío

-Destino Hacienda Taisho. Arranca y Rin solo suelta un suspiro de frustración, el tono de mi teléfono, yo la miro y ella contesta

-Hola. Dice mientras contesta-Si, no te preocupes nos recogió el cuñado de Kagome. Veo que ella habla muy cómoda-No te preocupes Kohaku nos llevara a la casa, si es segura, nadie nos molestara, si adiós. Colgó y yo la miro-Tu mánayer estaba preocupado y sonrió, ella mira por la ventana y yo tomo su mano ella me sonríe, me acorde de algo

-te acuerdas de la respuesta que me debes. Ella me mira dudosa y me mira asustada sus ojos viajan de Sesshomaru a mi, tal vez si siente algo por el su nerviosismo-El no sabe de qué hablamos. Le susurro muy bajo

-A ti no te puedo mentir. Dijo y vuelve a mirar por la ventana-Es un buen hombre, es inteligente, es sexy, sexy, es un maldito dios griego. Dijo y yo rio al ver la cara de Sesshomaru por el retrovisor-Pero es algo que ya no se puede, el ama supuestamente a otra persona. Dijo y suspiro, yo sonrió-Pero me gustaría tener un recuerdo, solo una noche para arrepentir de algo toda la vida y no quedarme con las ganas, sabes porque el maldito tiene un arma. Dijo y ahora la sorprendida soy yo, el sonríe pícaramente y el parar del auto nos afirma la llegada, yo suspiró, ella baja y me ayuda abajar a mi, esperamos a Sesshomaru, le entrego al niño y el sonríe mientras lo toma en sus brazos

-Vaya se ve seguro en esos brazos. Dijo Rin y los tres comenzamos a caminar a la casa, al ingresar el fastidioso grito de Sango

-YA LLEGARON. Grito a todo pulmón

-Cállate, lo vas a hacer llorar. Le riño Rin y esta toma al bebe en sus brazos, comenzó a hablarle pequeño

-Mira mi amor vamos a conocer a la bisabuela, si. Le decía mientras comenzaba a caminar a la sala, nosotros la seguimos y vimos cómo se lo entregaba a la abuela de Inuyasha y esta tan bien le hablaba pequeño

-Amor. Dijo Inuyasha sorpresivamente mientras me carga y me besa, yo le correspondo el gesto, al bajarme veo que la señora me estira su mano llamando, me acerco a ella y me pongo a su altura, ella acaricia mi cabeza

-Serás una gran madre, muchas felicidades. No pude evitar sonreír

-Gracias. Dije y acaricie la cabecita de mi bebe, sentí como la mano de Sango toca mi hombro

La Melodía del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora