Te encontré.(FANFIC NamJoon/BTS)

Capitulo : ¿Qué?

CAPITULO 2 ¿Qué?

-No puede ser el tipejo ese te vaya a mandar a Corea del Sur. -mi mejor amiga estaba igual de indignada que yo.

Nos encontrábamos en nuestro departamento ordenando mis maletas. Me senté en el piso de mi habitación, cansada después de guardar dos abrigos.

El trabajo duro agota.

- ¿Cómo voy a hacer? -Louisa ella se sentó a mi lado y tomo mi mano. Habíamos llegado juntas hacia cuatro años y medio y vivido juntas desde entonces, la idea de empezar de cero en otro lado comenzaba a aterrarme. - ¿Qué voy a hacer yo en un lugar como ese? -me abrace a mis rodillas y apoye mi cabeza en ellas.

Me sentía asustada y con ganas de comer pizza.

-Oye...-ella me abrazo con cariño. - Estarás bien Sav. -dijo acariciando mi cabello. - Míralo como una oportunidad de aprender muchas más cosas, por ejemplo ¡coreano!

Saque mi cara de mis rodillas y la mire con una mueca.

- ¡Yo solo sé decir annyeonghaseyo! *-ella rio conmigo y me ayudo a ponerme de pie junto con ella.

- ¡Sera divertido! -intento animarme mientras guardaba mi ropa en la maleta. - Además, solo es por un par de meses...

*Un par de horas antes, en la oficina del tipejo*

- ¿Cómo? -pregunte sintiendo un nudo en la garganta.

-La editorial coreana tiene nuevos inversores que buscan innovar el personal y el ambiente de trabajo y blablablá. - hizo un ademán con sus manos dando a entender que al resto no le había prestado atención.

-Pero, señor, yo no hablo coreano...-intente zafarme de la situación.

- ¡Eso no es problema! - parecía más animado que nunca. - ¡Todos son bilingües allí! ¿No es asombroso? -tenía una cara soñadora y burlona. De verdad quería golpearlo en el rostro.

-Pero, aun así, señor, no entiendo porque yo...-se acercó a mí y me tomo por los hombros.

- ¡Ay, pequeña Savannah! -me guio hasta el ventanal y me hizo mirar hacia Manhattan. - Algún día entenderás como nos manejamos en este mundo. -puse los ojos en blanco sabiendo que él no podía verme. - Pero mientras tanto, esto es algo que debes hacer.

Podría ser que por fuera tuviera una sonrisa profesional ante mi jefe, pero por dentro me encontraba pateándole la cara por ser un maldito idiota.

¿Cómo se le ocurría enviarme a mí a Corea?

SI, me gusta la comida y el arte, esas cosas, pero...

- ¿Savannah? ¿Me escuchaste? -mi jefe me saco de mi imaginación, donde estaba pegándole con un trapeador de piso en su estúpida cara.

-Sí, señor. -le sonreí nuevamente. - a primera hora mañana.

-Siempre me encanto eso de ti. -dijo sentándose en su gran silla de cuero. - Has sido mi asistente más grandiosa, ¿Qué hare sin ti?

Probablemente acostarte con la siguiente que llegue. -pensé.

-Por favor, usted me enseño mucho. -el hizo un ademan con la mano mientras reía.

-Es solo por unos meses Savannah, quédate tranquila que nos volveremos a ver. -me guiño un ojo y yo solo pude contener mis ganas de golpearlo. Le asentí y sonreí nuevamente.