Te encontré.(FANFIC NamJoon/BTS)

Capítulo 23: Más secretos

Capítulo 23: Más secretos

- ¿A qué te refieres? -le pregunte mientras mantenía mi distancia con él. Por primera vez parecía algo prudente estando fuera del trabajo.

Namjoon cerró los ojos por un momento, intentando pensar, aparentemente.

-Vamos, te llevare a un lugar. -dijo abriendo la puerta y esperándome para que subiera.

Yo me quede viéndolo sin poder creerlo. Parpadee un par de veces observando su gesto.

-No, no, no.-le negué con la cabeza. - No subiré contigo al volante.

Por primera vez lo vi pelear para ponerme los ojos en blanco.

-Savannah, por favor. -continúo sosteniendo la puerta. - Te pedí que confiaras en mí y dijiste que lo hacías.

-Bueno, discúlpame por decir eso durante una persecución por la autopista. -me cruce de brazos aun sin ceder mi postura.

Namjoon suspiro mirando al cielo. - ¿Y si conduces tú?

Le enarqué una ceja.

-Dijiste que no querías subirte si yo conducía. -se acercó un paso mientras yo mantenía mi lugar. El alzo las cejas y sonriéndome un poco me extendió las llaves de su auto. - ¿Qué me dices?

***

Conduje en silencio siguiendo las indicaciones de Namjoon en el camino, pero parte de mi seguía intranquila y revisando a cada momento el espejo retrovisor en busca de algún auto sospechoso o que fuera similar al de hacia un rato. Sabía que Namjoon notaba lo tensa que estaba porque no dejaba de darme cortas miradas a cada momento, entre indicaciones, dejaba su mirada en mi pero mis ojos no abandonaban el camino salvo para controlar los espejos.

El camino constaba de muchas calles, adentrándonos al vecindario extraño en el que habíamos terminado por escapar de la camioneta extraña. No se veía como un lugar donde vacacionaría, en definitiva. Podía ver varios gatos callejeros y varios grupitos de jóvenes en algunas casas o esquinas, a decir verdad, me recordaba un poco al lugar donde crecí.

Unos minutos más tarde, comenzaba a reconocer un poco el camino que estaba conduciendo.

-Conduces mejor de lo que pensé. –me confesó Namjoon mientras doblaba en una calle, yo di una risa.

-Probablemente lo hago mejor que tú. -me burle mientras lo escuchaba reír. - Mi padre me enseño desde muy pequeña así que puede decirse que sé lo que hago.

-En la esquina gira a la derecha y puedes estacionar donde quieras. -haciéndole caso me encontré unas grandes escaleras a mi izquierda y entonces lo reconocí.

Una vez que bajamos, lo seguí recordando, teniendo muy fresco en mi mente, como si fuera ayer ese cómo y cuándo había visto el lugar.

-Fue la primera vez que comimos después del trabajo. -me dijo como si leyera mi mente.

Nuestra primera especie de cita... Hablando de eso, no tuvimos una primera cita oficial...

Ese pensamiento me dejó un poco triste mientras lo seguía escaleras arriba, sintiendo que mi cardio semanal otra vez no sería suficiente. Note como un momento Namjoon se paró en un escalón viéndome subir detrás de él.

- ¿Qué ocurre? -le pregunte viéndolo. El sacudió su cabeza y espero a que llegara a su lado para seguir subiendo.

-Nada...-murmuro mientras continuábamos.

Unos momentos después llegamos al pequeño parque que daba al vecindario que desconocíamos, pero que tenía una vista increíble a toda la ciudad. Habían pasado un poco más de dos meses desde esa primera vez y todavía me costaba asimilar la velocidad con la que sucedían las cosas, era casi poco creíble.

Nos sentamos en los mismos lugares, con la misma distancia de la última vez. Parte de mi... no sabía que creer, mientras que la otra tenía un cartel gigante y rojo que decía: "ALEJATE."

-Sé que todo va a sonar muy loco, pero...-tomo aire mientras mantenía sus ojos en las luces de la ciudad. - Tienes que entender que no puedo contarte todo... no por ahora.

Mire mis zapatillas mientras intentaba pensar en algo. Por supuesto quería que me contara todo, pero no podía forzarlo.

Le asentí con la cabeza mientras continuaba con mi vista baja.

-Cuéntame lo que puedas. -su silencio me sorprendió un poco, entonces levante la mirada a él, me veía sorprendido... extraño.

Sacudió una vez más su cabeza y miro a las luces lejanas de la ciudad. El vecindario estaba extrañamente tranquilo.

-No fue la primera vez que un auto me siguió. -comenzó. - Y no será la última.

Un pequeño nudo se formó en mi estómago.

-Desde que soy muy joven tiendo a formar problemas y a tratar de resolverlos por mí mismo... La mayoría de las veces me salía bien y podía seguir mi vida tranquila, dejando todo lo que pasaba en el momento, en el pasado. - miró sus manos entrelazadas sobre sus piernas. –Pero en lo que restaba de los problemas... terminaban siguiéndome y tratando de obtener más de mí.

Miré su perfil, lo mantenía bajo y a pesar de lo que me decía, me parecía muy difícil imaginarlo como alguien problemático o malo.

-Y algunos siguen detrás de mi incluso ahora. - dijo finalmente. - Chantaje, pidiendo ayuda, haciéndose pasar por mi familia... lo escuché todo. - Se enderezó mientras se acomodaba sobre el banquito, aun sin mirarme. –La cosa parece ser más seria ahora que tengo y manejo mi propia empresa... desgraciadamente sé de las cosas que puede llegar a hacer la gente por dinero.

Tomó una de mis manos, alce mi mirada a su perfil, pero no me miraba.

-Siempre fui discreto y mantuve a mi familia a salvo... es una de mis prioridades y hago lo que sea necesario para mantenerlos seguros...-dio un apretón a mi mano y finalmente sus ojos encontraron los míos. - Y si tu... lo quieres, también haría hasta lo imposible para mantenerte fuera de todos aquellos que... que me quieren a mí.

Irónicamente, en ningún momento deje de sentirme segura con él a mi lado. Si, vomite luego de esa persecución, pero era por mis nervios, no porque dejara de confiar en él o en lo que me decía.

Sus ojos seguían fijos en los míos, emanando pura sinceridad y no podía evitarlo, sentia que quería llorar. Imaginarme a un joven Namjoon teniendo que enfrentar todo tipo de cosas solo e incluso sus fantasmas del pasado continúan tras él.

Lo que menos podría imaginarme era estar insegura con él cuando desde que nos habíamos conocido no hacía más que demostrarme el caballero y... cuan bueno era. Si bien todavía me quedaba mucho por conocer de él, podía saber dentro de mí que quería hacerlo, conocer lo que me quedaba, correr ese riesgo.

-Sé que no es lo ideal...-continúo hablando. –No es para nada lo que podrías desear o... querer, pero puedo asegurarte que jamás dejaría que te lastimen. -se acercó un poco más a mi sin soltar mi mano. - Independientemente de lo que decidas.

Lo miré frunciendo el ceño sin entender.

- ¿Qué...?

-Me importa tu seguridad y respeto totalmente cualquiera de tus deseos. –agarró mi mano entre las suyas. –Te estoy dando la oportunidad de alejarte de mí si así lo quieres.

-Pero...

-Incluso si eso significa dejarte volver a tu país.