Capitulo uno

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El camino se veía amplio, lleno de color y vida.

Flores, césped, arboles, tanta naturaleza que me llenaba de paz y armonía.

Podía escuchar el correr de algún río cercano y se escuchaba más cercano a medida que caminaba. La luz del sol se filtraba entre los árboles y los pájaros cantaban dulces melodías.

Llegue finalmente al pequeño río que había en el bosque. El lugar estaba lleno de piedras de distintos tamaños, mientras me acercaba deje mis zapatos a un costado y sumergí mis pies en la orilla. El agua estaba fría y me causo escalofríos.

Dos brazos se deslizaron por mi cintura mientras sentía que me abrazaban por detrás.

-Al fin llegaste. -dijo en un tono cálido. Me recosté contra su pecho, cerrando ligeramente mis ojos.

-Me perdí. -el rió por mi desgracia.

-Pero me encontraste. - dijo alejándose y tomando mi cintura para darme vuelta.

Volteé ligeramente y casi llegando a ver su rostro pude...


- ¡SAVANNAH MALDITA SEA! -golpes muy fuertes sonaron en mi puerta y me sobresalte, cayendo de mi cama.

-Mierda...-los golpes seguían en la puerta. Mientras maldecía en voz baja me arrastré a la puerta y la abrí. - ¡¿Qué?!-grite mientras veía a mi mejor amiga del otro lado dándome una sonrisa bastante animada.

-Son las ocho y media estúpida, te volviste a quedar dormida. -Louisa invadió mi habitación y se arrojó en mi cama.

Ella se veía lista para salir mientras que yo continuaba en mi pijama demacrado con manchas de comida.

-Por lo general eres tú la que se duerme. -me queje de malhumor mientras me arrastraba al armario y sacaba unos jeans oscuros que combine junto a un sweater gris claro con una camiseta blanca sin mangas para usar debajo y corrí al baño.

Luego de una ducha veloz y vestirme corrí por el departamento buscando mi bolso y metiendo rápidamente todas las cosas dentro de este.

Mientras tanto, mi mejor amiga se encontraba tranquilamente tomando una taza de café en el sofá de la sala. La odio.

-No sé por qué estas de tan mal humor con lo lindo que esta el día hoy. -dijo viendo animada por la ventana.

- ¡Interrumpiste mi sueño en la mejor parte! -le grite desde el baño mientras buscaba mi maquillaje y lo metía en su estuche dentro de mi bolso para arreglarme en el trabajo después.

Louisa me miro desde la puerta de mi habitación.

- ¿Otra vez el sueño del bosque con el sexy hombre misterioso? -sonrió burlona mientras bebía la taza de café. Me acerque molesta a ella y le saque la taza de café de las manos para beberlo yo.

-Sí y me interrumpiste cuando estaba por ver su rostro. -hice una mueca por el sabor de su taza, estaba frio. - AGH, esto esta rancio.

- ¡Hey! -me grito ofendida mientras protegía a su taza de café y bebía muy a gusto de ella. -La rancia aquí eres tú.

Corrí un poco más por el departamento buscando carpetas del trabajo y ambas salimos.

-Puede considerarse un record que hace veinte minutos estaba dormida en casa.

-Si no era por mi llegabas tarde a tu trabajo. -le puse los ojos en blanco a Louisa y ella me dio un golpe con el brazo en el brazo.

Reímos un poco más mientras nos adentrábamos en el subterráneo y tomábamos el mismo metro.

Louisa es completamente diferente y a la vez igual a mí. Ambas somos altas y de cabello oscuro, con la diferencia de que yo tengo mechas de color marrón y tambien que usamos distintos tipos de lentes. Nos conocimos hace varios años en el primer año de la universidad, fue amor de mejor amistad casi al instante.

-Mierda, olvide que debo buscar los apuntes de la clase en casa de Leo. -dijo viendo el mapa del metro. Reí mientras negaba con la cabeza. Nos encontramos en las pasantías de último año de universidad, ella trabaja siendo ayudante de profesor de literatura en una secundaria mientras que yo trabajaba en una editorial.

Ambas amantes de la literatura y casi tan diferentes la una de la otra.

Nos separamos después de que acordara verse con su novio unas estaciones antes de la escuela mientras que yo seguí mi camino habitual hacia la editorial.

Miré la hora en mi celular y corrí mientras maldecía. Ya estoy llegando tarde otra vez.

Las puertas de la editorial estaban a solo dos metros de mí y luego vi el suelo.

¿El suelo?

Estaba en el suelo.

Miré hacia atrás mío y vi como había chocado con alguien de traje, un hombre.

-Como si mi día no fuera mejor. -murmure entre dientes enojada. Junte mis papeles y luego volví a mirar al hombre con el que choque.

-Realmente lo siento mucho, no mire por donde iba... -me disculpe mientras me ponía de pie.

-No te preo...-fue interrumpido por una voz enojada.

- ¡SAVANNAH! -mierda. Mi jefe. - ¿Qué haces en el suelo? ¡Tenemos junta general!

El señor Johnson me veía ansioso desde la puerta de la editorial con una mueca de ¿eres tonta o qué?

-Lo siento otra vez. -me disculpe con el extraño y corrí hacia las puertas giratorias de la editorial y pase mi tarjeta por la entrada y caminaba detrás de él.

Horas después de la junta, me encontraba organizando unas carpetas de material para considerar en la oficina principal de mi editor en jefe. El ambiente estaba lleno de paz gracias a que él tenía un día lleno de videoconferencias con otros editores internacionales.

Mark Johnson. Alto, rubio y adinerado, todo lo que una chica podría querer, pero lo que tenía de lindo y exitosos lo tenía de patán desgraciado.

-Bella, bella Davis. -canturreo mientras ingreso a la oficina. Deje la carpeta sobre su escritorio y lo mire.

-Dígame, señor Johnson. -puse una sonrisa falsa y cortes sobre mis labios, a veces odiaba demasiado a este tipejo.

Era el apodo que le había dado junto con Louisa, mezcla entre tipo y pendejo.

- ¡Adivina qué! -se veía más animado de lo usual, las reuniones internacionales por lo general lo ponían de malhumor y solo venía a darme más trabajo de corrección de obras que nunca leía y terminaban en el fondo del armario de desechos.

-Sabe que soy mala con las adivinanzas, señor. -volví a sonreír aparentando simpatía.

-La reunión salió mejor de lo esperado. -jugo con sus bolígrafos y me miro con diversión.

Dios, lo detesto tanto.

- ¿Debido a que, señor? -pregunte por cortesía. Él se paró del escritorio y camino hasta el ventanal de la oficina.

-Logramos un trato muy bueno y te involucra a ti. -se giró a verme con una sonrisa burlona.

- ¿Disculpe? -enarque una ceja con confusión. A el parecía divertirle todavía más la situación.

-Te iras a Corea del Sur.




N/A

¡Hola otra vez!

Este es el primer capitulo, una pequeña intro de nuestra protagonista Savannah con una vida llena de fracasos y alegria. 

Lo mas interesante esta por venir... 

¡Gracias por leer!

-stranger

Te encontré.(FANFIC NamJoon/BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora