El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
Descripción: Cuatro infructuosos intentos de Rintarou por acercarse al sabroso encargado del puesto de enfrente; y sobre la vez que se rindió.
Importante: AU donde no son jugadores pro y Suna nunca se fue de Tokio.
Si bien la idea original es mía, fue chocokuma quien me pidió que lo adaptara al OsaSuna. ¡Disfrutalo!
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EL PLAN
Durante el verano de sus veintiún años, y tras reprobar la mitad de sus materias en la universidad, su madre le sugirió ─de forma bastante obvia, a su parecer─ que iba siendo hora de encaminar su vida hacia otro ámbito, porque claramente el estudio no era lo suyo. Lo primero que le dijo la menuda mujer, con esa cara de que no había roto un plato en su existencia, fue que lo principal era conseguirse un trabajo y comenzar a recaudar dinero.
Así, sin anestesias previas, fue la manera en la que su madre le dijo que era hora de dejar de ser un mantenido. Rintarou no lo entendía, francamente, porque no se consideraba un agujero tan grande: comía como una persona normal, ayudaba en los quehaceres, podía sobrevivir con un par de mudas de ropa y un solo calzón le duraba una semana ─ había aprendido de Grandes Héroes un truco bastante interesante─; y su mayor capricho era comprar todos los meses el tomo nuevo del manga de voleibol que seguía desde la preparatoria.
En fin, que en realidad importaba bien poco lo que él creyera, porque esa misma tarde, su madre le ayudó a redactar un currículum; y a la mañana siguiente, lo dejó frente a Akihabara para que comenzara a tirar copias de éste en la puerta de los negocios.
Un amor de madre, si le preguntaban.
─Está loca. ─Fue lo primero que dijo su mejor amigo, Motoya Komori, cuando la noche anterior Rintarou lo había llamado para darle la noticia, mitad conmocionado y mitad muerto─. ¿Piensa que tú podrás conseguir un empleo?
Con amigos como Komori, prefería comenzar a salir con el mangaka de Kimetsu no Yaiba; que total el dolor que le producían a su cuerpito era el mismo.
Volvió a la noche, harto de caminar cuadras y cuadras buscando negocios que le resultaran interesantes.
Cabe aclarar que Suna Rintarou no era un chico con suerte, y cual el primer equipo que debía enfrentarse a la selección principal en su manga favorito, fue descartado de cada una de las tiendas sin muchas contemplaciones.
Ante sus estrepitosos fracasos, su madre, mujer de armas tomar, le dijo que ella misma se encargaría de conseguirle un empleo digno de su bebé; y tres días después, llegó con una hoja de papel higiénico a su habitación. Se la tiró a la cara ─aún hinchada por la siesta propia de un joven adulto en medio de la procrastinación vespertina─; y Rintarou se preguntó si su madre ya le estaría dando la patada.
