El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
Inspirado en El sueño de una mariposa, la historia de Chuang Tzu y un insecto con alas. También es un microcuento, y mientras escribía sobre los espejos y el desdoblaje (¿esa palabra existe?... Seguro que no) no pude evitar pensar en este relato que me leyeron en una de mis clases de literatura, y que terminaría por, finalmente, condicionar esto.
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Un joven Osamu se subió al banco que le permitía verse al espejo. Se miró en éste, y cerrando los ojos, deseó ser Atsumu. Cuando los abrió y el reflejo le regaló una sonrisa burlona, ya no recordaba si era Osamu deseando ser Atsumu o Atsumu que fingía ser Osamu.
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No tengo hermanos gemelos, y por eso mismo me pregunto si una de las preocupaciones de los gemelos será diferenciarse a sí mismos y no confundirse con el otro.
Ah, desvaríos de la madrugada.
Ya, pero hablando en serio, se habrán dado cuenta de que soy muy de poner a Osamu copiando a Atsumu o viceversa. Esto es porque ambos se criaron juntos, abrían los ojos y tenían la cara del otro al lado, ¿se entiende? Es imposible que no hayan adquirido al menos algo de su hermano. Parece una pavada, pero a mí me ayuda a humanizarlos pila.
¿Qué iban a esperar de una mujer que se puso su apodo por un prostíbulo? True story. Ya la verán en el blog. Algún día.
Nana
PD: ¿Vieron Del cómo llegaron al rellano de las escaleras? Bueno, resulta que va a convertirse en una historia de tres partes. Estoy terminando la segunda, y ya veré para cuando la tercera (ya tengo alguna idea, pero no he terminado de maquetarlo bien).
