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JunHoe lo está esperando cuando sale del edificio. Esto es especialmente impresionante porque JinHwan tuvo dos horas con el equipo de matemáticas después de la escuela. No puede creer que el mayor hubiese estado esperando todo ese tiempo.

—Hola, — dice con cautela JinHwan. Todo lo que sabe hasta ahora, es que probablemente JunHoe lo ha estado esperando solo para machacarlo a golpes.

—Hola, — responde JunHoe. Su rostro todavía parece un poco amargado, pero no tan brutal como aquella vez en el auto. JinHwan decide que todavía no necesita gritar que su padre es el sheriff. — ¿Quieres que te lleve?

Hay un bus fijo que lleva a los estudiantes a casa después de las actividades extracurriculares y esas cosas, pero JinHwan no va a rechazar otro viaje en el Camaro.

—Claro, — dice, y sigue a JunHoe por el estacionamiento.

El interior del auto de JunHoe ya se siente familiar, y JinHwan no está tan nervioso esta vez, aunque ahora sabe que el más alto fue uno de los idiotas que lo acosaron. Está dispuesto a dejar las cosas en el pasado si JunHoe lo hace, por el bien de las actividades intelectuales.

Cuando JinHwan se pone el cinturón de seguridad, su estómago gruñe. Muy fuerte. Vergonzosamente fuerte.

JunHoe se le queda mirando mientras arranca el auto. — ¿Tienes hambre?— pregunta. —Podríamos-.

—En realidad, sí, muero de hambre, — gime JinHwan, buscando algo en su mochila. Sacando una bolsa Ziploc con un muffin de arándanos. Le da un gran bocado, entonces recuerda que debe tener modales y lo parte en dos. El muffin es rico y húmedo, y ha sido golpeado por sus libros de la escuela todo el día, así que prácticamente se está cayendo a pedazos en sus manos. Un montón de migas caen como cascada en el panel entre los asientos.

—Vaya, — dice JinHwan, mirando el desastre. Sosteniendo el pedazo del más moreno sin morder. — ¿Quieres un poco?

—No, — dice JunHoe con una mueca de dolor.

— ¿Estás seguro?— pregunta JinHwan, tomando otro bocado. —Está muy bueno, — murmura con la boca llena de arándanos.

Silencio. No hay nada más que un silencio absoluto mientras JunHoe mira fijamente el muffin que JinHwan todavía le está ofreciendo.

El pelinaranja traga, y desea tener un poco de agua, o una píldora de cianuro.

—Yo... no debería de comer en tu auto, ¿verdad?— deduce.

—No, — dice el más alto con firmeza, observando cómo un arándano rebota en la muñeca de JinHwan y aterrizando en el asiento trasero.

—Mierda, lo siento, — dice JinHwan, y mete lo último a la boca, luego mete la otra mitad restante en la bolsa, tirando más migas, maldición, y la sella mientras JunHoe observa todo con una expresión de horror resignado. —Te dejo esto aquí, en caso de que lo quieras más tarde, — dice el pelinaranja, guardándolo en el tablero. Entonces ve la forma en que el moreno lo mira. —O no, — se corrige a toda prisa, metiéndolo en su mochila.

Cuando JunHoe comienza a retroceder donde se estaciono, un carro lleno de porristas pasa zumbando, con la música a tope y risas saliendo por las ventanas abiertas. Probablemente ni siquiera pasen tan cerca del precioso automóvil del contrario, pero de todas maneras, les estrecha los ojos. JinHwan se siente ligeramente mejor de que alguien más hubiese distraído a JunHoe tan rápido, del hecho de que el pelinaranja ha profanado el interior con migajas de muffin.

Se dirigen hacia la carretera, JunHoe murmurando en voz baja sobre los conductores imprudentes. JinHwan no está seguro del punto de tener un coche como este si no vas ser arriesgado a veces, pero se guarda ese pensamiento para sí mismo.

JunHoe está callado mientras se dirigen a la casa de JinHwan, y el pelinaranja no puede parar de inquietarse. Se muere de ganas de saber si a JunHoe le gustaron los ejercicios, y si piensa en unirse al equipo de matemáticas, pero no quiere presionarlo, espera paciente a que el mayor lo mencione.

— ¿Te han gustado los ejercicios?— pregunta JinHwan, después de que hubiesen pasado dos cuadras más, trató de ser paciente, ¿de acuerdo?

—Sí, — dice JunHoe. Se vuelven a detener en la luz roja más larga del mundo, y se mete la mano en el bolsillo y saca las hojas, cuidadosamente dobladas, entregándoselas a JinHwan. —Aunque no estoy seguro sobre el tercer problema en la primera hoja.

JinHwan toma las hojas de trabajo y las despliega con las manos un poco temblorosas por la emoción.

—Tengo las respuestas en casa, — dice con ansiedad. —Podemos comprobarlos si quieres.

Los ojos de JunHoe se dirigen hacia JinHwan y luego hacia el camino.

—Suena bien, — dice al final.



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Hihi~~~~ otro capítulo más de esta bonita historia~

¿Pudieron ver ese sutil movimiento de June que Jinhwan interrumpió por sacar su muffin aplastado?  ;;; lloremos porque Jinan es muuuuuy torpe y June... bueno :z también él Jjajajajaj

Yo sé que los capítulos son cortitos, pero espero la historia les este gustando :3

¡Ya está disponible el segundo capítulo de 0.000001%! ¡No se olviden de pasar a leer la historia! :3

LOVEU <3

binomial coefficients » junhwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora