VI. Summertime

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Después de una ausencia increíblemente largo estoy de vuelta. O eso espero. Muchísimas gracias a aquellos que pacientemente han esperado el regreso de esta historia. 

Ahora, es momento de las disculpas incómodas. Hace algún tiempito que no escribía nada por lo que puedo estar algo oxidada y, un poco, fuera de mi propia historia. Sin embargo, espero cumplir con las expectativas y que la actualización este a la altura de lo que esperaban. A su vez, pueden encontrar que los personajes estén fuera de su carácter habitual; eso se debe, en parte, a que el capítulo fue... terapéutico para mí. Ciertas situaciones en mi vida me llevaron a desarrollar una leve depresión que hizo que dejara de escribir. Y eso contribuyo al desarrollo de emociones que, de una forma u otra, encontraron su salida aquí. Así que sí, al leerla podrían sentir que lo desarrollado no acaba de pegar con el resto de la historia pero, trabajaré duro para que en las actualizaciones siguientes todo vuelva a la normalidad. Por lo menos dentro del texto. 

También espero ser mucho más constante para poderles ofrecer un poco de distracción en estos tiempos tan complicados y difíciles. Les mando todo mi amor y mis mejores deseos. ¡Que no decaiga el animo porque juntos saldremos de esto! 

Por lo pronto, es todo de mi parte. Les dejo el capítulo. ¡Disfruten la lectura y la canción! (Que, al final, fue la que me inspiró para retomar la historia :3) 

 ¡Disfruten la lectura y la canción! (Que, al final, fue la que me inspiró para retomar la historia :3) 

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¿Miyuki había cometido un error? ¿Fue... una pérdida de tiempo el tratar de encontrar consuelo en la venganza en lugar de buscarlo en el olvido? Siempre fue terriblemente consciente de lo vacío y desolado que se sentía cada vez que cumplía las órdenes de Narumiya. De cómo, al terminar con la vida de otro guerrero, sus demonios se hacían más fuertes y él se encontraba mucho más perdido, más devastado y muchísimo más furioso de lo que lo estuvo aquel día en el que, sin ningún sentido (pero sin poder hacer otra cosa), se aferró al cuerpo de su madre. Kazuya lo sabía, él lo entendía, entendía... lo inútil que era tomar tantas vidas porque ninguna de ellas le regresaría la de ella...


Pero había sido (medianamente) más fácil vivir ignorando esa realidad. O eso fue hasta que Sawamura, con esa brillante aura de inocencia e ignorancia, vino a perturbar sus sombras y a hacer que sus demonios se removieran dolidos e incómodos. Porque era perturbador estar cerca de Eijun y no saber si la vida en sí era tan compleja o él se la había complicado de tal manera que ahora le era difícil intentar repararla. Pues, muy probablemente, ahí radica su mayor problemática: ¿realmente valía la pena salvar algo que claramente estaba podrido?


¡ZAZ!


—Miren lo que tenemos aquí, ¡un maldito y holgazán perro blanco! —Gritó Kuramochi al propinarle un golpe en la cabeza.


Miyuki se masajeo el lugar del golpe. ¿Cuándo empezaron esos pequeños gestos amistosos (disfrazados de una leve violencia)? No estaba seguro. Al principio, esas acciones le parecían tan extrañas que le era imposible no ponerse a la defensiva, sin embargo, al paso de los días, esas chocantes muestras de (aparente) aceptación dejaron de causarle urticaria. Ya no le escocía la piel ni se sentía como pez fuera del agua pues, por primera vez, después de la muerte de su madre, se encontraba relajado y a gusto. Era como si hubiera encontrado un hogar. Pero Miyuki estaba muy consciente de que esa sensación no era ocasionada por su reciente "amistad" con varios de los seidianos. No, él no era tan crédulo (o idiota) para no notar que todo era gracias a un entrometido y ruidoso castaño.

Lucha o Vuelo [MiSawa] [DNA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora