Lucy sintió el calor del sol en su espalda, abrió poco a poco sus ojos, para acostumbrarse a la luz. Se sentía tibia, casi se duerme de nuevo si no fuese porque algo le llamó la atención. Un amarillo, abrió rápido los ojos. No puede ser, ¡estaba en una cama con Sting! ¿Que rayos había pasado en la noche? Solo recordaba el vino y los shots… y cuando conoció a Sting... sonrió un poco.
¿Pero qué piensas Lucy? Dos personas, dormidas en la misma cama y encima ¡¿abrazadas?! No puede ser que el haya… no…
Lucy se movió un poco pero no se podía liberar de los brazos del rubio. Se quedó quieta un momento y admiró al rubio dormido, se veía tierno, Lucy, por el amor de Dios ¿que esperas?, hay que salir de esta situación. No hay tiempo para admirar su rostro, aunque no lo podía evitar. ¿Cómo es que no se había dado cuenta de lo atractivo que era?
Alcohol… Fue bueno en cuanto duró. Estaba a punto de intentar otro movimiento cuando fue Sting que se movía ahora. ¡Mierda, lo desperté!
Sting abría los ojos lentamente, al ver a la rubia a pocos centímetros de él, se sonrojó, y ¡la estaba abrazando! con un movimiento rápido la soltó.
Los dos saltaron de la cama y el silencio reinó por unos momentos, y Lucy quebró ese silencio.
- Ehm.. Sting, tu y yo… ¿nosotros? - estaba más roja que un tomate y desvió su mirada de él para ver la cama. Sting entendió y se sobresaltó.
- ¡No, nada de eso!, es que, ya era tarde…. iban a cerrar el bar y tu te habías dormido, no se donde vives así que te traje conmigo. Además, ¡todavía tienes toda la ropa puesta, como se te ocurre!
- ¡Ahh! Eso lo explica - dió una risa nerviosa. Que idiota soy.- P-pero, entonces ¿porque me estabas abrazando?
- Bueno, cuando te traje y te puse en la cama, giraste hacia conmigo y estabas llorando, asi que...pues…- Sting volteaba a ver el suelo, estaba rojo, a Lucy le enterneció el gesto. Y yo que pensé que eras un bruto aprovechado, Lucy sonrió.
- Gracias - dijo ella con una sonrisa - me ayudaste a olvidar, aunque sea por poco, mis problemas.
- Si, de nada - dijo él rascándose la nuca - también me divertí ayer -dijo sonriendo.
En eso, a los dos les comenzó a doler la cabeza, parecía que su conversación estaba reteniendo la resaca.
Rieron por sus desgracias. Se sentaron en las esquinas de la cama y Lucy examinó el cuarto del rubio.
- ¡Vaya cuarto Sting! ¿Hace cuánto que no limpias?- dijo Lucy, curiosa y burlona a la vez.
- Borra esa sonrisa, pero la última vez que limpié fue...hace…- Sting intentaba recordar- ¡Hace 2 meses!
Lucy dejó de sonreír.
- ¡¿Qué?! ¡Debes tener a todos los insectos del mundo aquí! Y de seguro algunos monstruos desconocidos por la humanidad…- Ella hizo cara de asco.
Justo en eso salieron 8 cucarachas debajo de la cama. Lucy gritó y saltó, iba a caerse de la cama, encima de las cucarachas pero Sting la jaló hacia a él. Ella suspiró aliviada y volteó a ver a Sting, quien estaba rojo y Lucy hizo cara de no entender, hasta que vio que ella estaba sentada encima del torso de Sting, inmediatamente su cara hirvió.
- ¡L-lo siento! - y regresó a su esquina.
- De cualquier forma - Sting trató de parecer relajado y cambió de tema - tengo que limpiar este basurero tarde o temprano.
- Yo te ayudo - dijo Lucy convencida - es mi forma de darte las gracias, además, no atraerás a ninguna chica si tienes tu apartamento así. Lucy sonrió.
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Destinos entrelazados
Fanfiction24 de Diciembre: En esa fría noche de diciembre yacían dos rubios ahogando sus penas en el bar "Magnolia", sin embargo la tristeza se aleja de ellos cuando el destino interfiere...