Querido diario, tuve que dejar el baúl anoche ya que mi abuela subió pregunto "que hacia allí" y si había abierto su baúl; por obvias razones no quería que lo abriera así que menti y le dije que había escuchado un ruido y había decidido ir a investigar, lógicamente no me dió la espalda esperando que bajará por mi cuenta, espero a que yo bajará con ella, pero sin que ella se diera cuenta saque unas cuantas cartas del cofre y las escondí bajo mi camisa. Al llegar a mi cuarto me di cuenta que ninguna carta tenía fecha pero tenían cierto grado de desgaste así que las guarde bajo mi almohada y espere hasta esta mañana para organizar las según su deterioro.
Querido diario, ha pasado medio día y aún no he podido leer las cartas, mi abuela me vigila a cada rato y no me deja sola, si no le hubiera contando del proyecto de escritura que tenía me estaría molestando con "que tanto escribes en ese libro".
Querido diario, logré encontrar un espacio para esconder una carta bajo mi blusa y con el pretexto de ir al baño pude leer la siguiente carta; pero está no aclaro nada, de echo me confundió más, tal vez sea porque están en desorden o porque no se bien quien es Marta... Sea quien sea este hombre la amaba mucho y ella le rompió el corazón.
SEGUNDA CARTA
Querida Marta.
Ha pasado ya unos días desde que te escribí y aún me llena de nostalgia los días veraniegos que pasábamos en la cabaña de mi abuelo... Fuero hermosos momentos de antaño que anhelo repetir con el fulgor de mi corazón; ahora mismo me encuentro muy adolorido, este trabajo me está matando, pero este dolor es insignificante comparado con la tortura de no tener tus besos... Que nostalgia siento al ver tu foto y escribir está carta, que dolor siento al recordar tu ser de diosa en aquella noche de invierno... No mentira de que he llorado un par de noches odiando la desicíon que he tomado, pero se que es por tener aquella casa en aquel valle donde planeamos criar a nuestros hijos... Tener nuestro propio hogar, y atar con oro tu mano en santo matrimonio... Ahora debo irme y volver a mi labor diaria, pero espero con ansias leer una de tus cartas que me escribes con solo el dulzor de tu corazón puede transformar en tinta y derretir mi corazón, porque solo tu haces florecer al poeta que llevo dentro.
Siempre tuyo J
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cartas del baul
Romanceestá historia muestra una gran colección de cartas... pero quién las escribió