PISTAS

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Erik había llegado en la tarde de ese mismo día, le dije a mi abuela que necesita traer un compañero de mi universidad para terminar el trabajo, así que pude salir de casa sin problema; fue un viaje largo caminando pero por suerte el ya había llegado, y como siempre estaba perdido en sus pensamientos.
- hola Erik llegaste hace tiempo?- pregunté para romper su meditación de forma educada
- no la verdad no. Llegué hace un par de minutos, solo que este lugar me da escalofrío-
- no seas cobarde Erick necesito que me ayudes en esto, sabes que no te pediría tu ayuda si no fuera necesario- dije sería mientras lo miraba a los ojos fijamente
- está bien está bien, trataré te ayudaré, pero donde me voy a quedar- dijo mientras me seguía por el sendero al pueblo
- descuida ya hablé con la abuela, te quedarás en una posada muy cerca de mi casa- dije sonriendo esperando que lo aceptará pero siempre tenía que decir algo molesto
- y no me puedo quedar en tu casa??- dijo mientras me miraba algo extrañado como si esperara dormir en casa de mi abuela
- obvio no, no es normal que un hombre se quede con dos mujeres en una casa grande, y menos en este pueblo- dije de forma obvia pero el solo se echó a reír
- jajaja ok ok, ahora dime para que me necesitas- dijo tomando un aire de seriedad
- recuerdas las cartas que te envié? Mi abuela le dió el baúl al padre del pueblo, no se a dónde lo llevo pero espero me ayudes a encontrarlo- le decía esperando que me entendiera
- claro claro, pero no soy espía solo un estudiante; hablando de eso te tengo noticias, según mi amigo en la facultad de ciencias dice que como es una foto de las cartas no es fácil saber que tan viejas son pero no tienen más de 40 años- quedé impresionada, creí que las cartas eran de mucho antes de este pueblo o en su construcción, pero podrían ser de la época de mi abuela algo no estaba bien, y cada vez me devoraba más las ganas de saber que eran esas cartas.

Llegado a la posada donde Erik se quedaría, le dejé allí y pague su primera noche como recompensa por su ayuda; después me fui con mi abuela y le dije que me quedaría toda la tarde con el para hablar y que mañana temprano se lo presentaría, así que cuando me dió el permiso tome varias cosas en mi mochila un par de libros, una libreta, obvio este diario, y como no pueden faltar las cartas del baúl, solo quedaba una sin leer de las pocas que pude tomar, aunque quería leerla quería que Eric la leyera conmigo y así poder tentarlo a la horrible curiosidad en la cual yo me encontraba.

Cuando llegue a la posada de Erik este ya estaba como en su casa, me sorprendió un poco pero el era así, tomaba cualquier lugar como si fuera suyo.
- nunca cambias verdad?- dije suspirando por lo predecible que era cerrando la puerta de la habitación
- jajaja oye si cambiará mi forma de ser no seríamos amigos- odiaba que dijera eso, pero era cierto, si no fuera de esa forma jamás lo hubiera conocido
- calla y ayúdame con esto - decía sacando las cartas del baúl, y antes de poder decir algo el me las arrebato, quedé atónita, ya estaba inmerso en el misterio y curiosidad de las cartas, pero lo había ocultado muy bien, y a pesar de haberme quitado las cartas con rudeza, las había abierto de forma muy delicada, no quería dañarlas y se notaba; no tuve más opción que esperar a que leyera las cartas que yo ya había leído y cuando por fin llegó a la misma carta que yo aún no había leído le dije...
- espera aún no leo esa y quiero que la leamos juntos- dije de forma apresurada para evitar que empezará sin mi
- de acuerdo- dijo sin discutir, así que me senté a su lado y abrimos el sobre sacando la carta y empezamos a leer...

TERCERA CARTA

Querida Marta.

Te escribo una vez más para poder contarte mi día a día. Desde que fui con mi tío para ayudar en la construcción de este lugar, apenas si he podido dormir un poco, la emoción me mata, se que será difícil pero te prometo que en cuanto acabemos la iglesia estaremos juntos y nos casaremos en ella; conocí al padre de la iglesia que vamos a construir, parece buena persona, pero sabes que nunca fui religióso, lo único que me preocupa es el jefe de policía de este pueblo, es bastante repulsivo, y siempre está molestando a las jovencitas de este lugar, si no fuera por el no tendría nada de malo en traerte aquí... Suspiro en cada momento que invades mi mente, como fue que te volviste la persona más importante de mi vida, que clase de magia usaste en mi... Solo espero poder tenerte en mis brazos y demostrar cuanto te extrañamos mi corazón y yo... poder besarte y adelantar esas lunas de pasión que hemos tenido que dejar pasar. Mi amada... mi querida Marta, la siguiente carta que te escriba será en la que este a punto de terminar este lugar... Solo espero que mi rostro siga grabado en tu corazón como el tuyo está en el mío.

Quede atónita, y sabía que tanto como Erik y yo estábamos desconcertados, cada vez era más desconcertante, ese tal J estaba en una construcción, eso explicaría el dolor de su cuerpo en la carta anterior, pero porque una iglesia, y... Podría ser la misma donde el padre dejo al frente su camioneta??
- que demonios paso en tu familia- dijo Erik algo molesto y triste, sabía lo mismo que yo, pero nunca pensé que sentiría lo mismo que yo...
- eso quiero investigar, y espero contar con tu ayuda- dije guardando las cartas en sus sobres - guárdalas, de paso podrás examinarlas con más detalle, debo volver a casa, se hace más oscuro después de la puesta de sol - pero el no dijo nada, solo guardo las cartas y me acompaño hasta la casa de mi abuela, solo miraba el suelo sin decir una sola palabra... ni siquiera se despidió, solo se dió la vuelta y se fue... No sabía porque se sentía así pero... Era la única persona que podía ayudarme.

Entre a la casa de mi abuela y la abrace, le dije que mañana lo conocería, estaba emocionada, nunca había tenido más visitas que las mía de vez en cuando.

Después de cenar fui a mi cama y pensé en esa carta... Que había pasado, quieres eran Marta y J y porque mi abuela tenía esas cartas, pero mis pensamientos no durarían mucho ya que mi teléfono interrumpió mi meditación, cuando lo tome, me di cuenta que era un mensaje de Erik... Quede impactada, era un mensaje con una foto adjunta... El mensaje decía "mira lo que encontre pegado tras uno de los sobres"... Era la foto de la iglesia del pueblo, la misma que cuidaba el padre, pero eso no me impresionó tanto, lo que me sorprendió fue... Que mi abuela estaba vestida de blanco saliendo de aquella iglesia cuando era joven... Y estaba de la mano con ese tal J, era obvio, conocí a mi abuelo y no se parecía en nada al sujeto de la foto...

cartas del baulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora