No sabia como reaccionar después de escuchar la historia del padre... sin duda fue un golpe muy duro, no sabia que rayos había pasado en este pueblo, o como esto se cruza con las cartas del baúl, ¿quien mato al joven Smith?, ¿como se relaciona con mi abuela?, ¿porque ese hombre tiene mi apellido?, y aun mas importante... ¿acaso el sheriff Roy es mi abuelo o son solo dos personas con el mismo nombre?. Estaba agobiada con las preguntas, y se notaba a simple vista, tanto así que el padre pregunto por mi bienestar, pero la verdad, estaba tan inmersa en mis pensamientos, que apenas si podía escuchar su voz llamando a mi nombre, pero no fue hasta que Erick me tomo del hombro y me hizo entrar en razón, a pensar de poder escuchar lo que decía, no salían palabras de mi boca, por alguna razón no podía decir nada, solo podía verlos hablar de mi.
-gracias por su ayuda padre, por ahora creo que llevare a Any a su casa- dijo Erick un poco preocupado por mi mientras me levantaba y sujetaba mis hombros para llevarme fuera de la iglesia.
-esta bien, si necesitan algo solo díganme- eso dijo el padre a lo lejos mientras nos alejábamos de el, pero no fue hasta que mi piel sintió la luz del sol que por fin pude reaccionar y salir de mi trance.
-espera debemos ir a la jefatura, ahí hallaremos mas pistas- le dije a Erick soltándome de su agarre con un movimiento brusco.
-¿y eso para que?, Any se que esa historia pudo ser algo fuerte, pero no tiene nada que ver con las cartas- decía un poco molesto y a la vez preocupado por mi estado mental ante tal anécdota.
-no lo entiendes, ¿verdad?, Erick, mi apellido por si lo olvidaste es Smith, igual que el hombre asesinado en la historia del padre, y mi abuelo se llamaba igual que el sheriff de la misma historia... no creo que sea una coincidencia, siendo un pueblo tan pequeño con una historia como esa- le dije viéndolo a los ojos muy seria y ansiosa por saber la relación que tenia con las cartas, pero Erick solo veía los alrededores y tapaba su boca con su mano derecha, sabia que estaba planeando algo, y a la vez no quería ponerme en riesgo, ya que según la historia del padre, en ningún momento menciono que el asesino fuera atrapado.
-muy bien, de acuerdo te ayudare... ya se donde esta el baúl, pude verlo detrás de la mesa donde el padre da la misa, pero no creo que nos de el cofre o su contenido así como así- dijo mientras seguía pensando, no quise decir nada, la verdad aun no estaba al 100% de mi ser, y después de una larga pausa dijo... -esto es lo que haremos, me quedare para ver mas la estructura de la iglesia, lo mejor sera robarlo así que mientras trazo el plan, tu ve a la jefatura y solicita los registros de ese incidente, nos veremos en mi casa para repasar el plan, ¿de acuerdo?- lo que dijo me impresiono bastante, estaba tan decidido como yo a resolver este misterio, y aunque su plan no fuera el mejor, tal parece era la única manera de hacerlo.
-de acuerdo, entonces nos vemos en cuanto acabe- le dije un poco mas calmada y salí corriendo a la jefatura del pueblo, no tuve que correr mucho, todo quedaba bastante cerca.
Cuando llegue a la jefatura, esta estaba vacía, como si nadie trabajara allí, pero cuando tome aire para llamar la atención, un hombre adulto salio de una de las puestas, tenia al menos 27 años o eso parecía.
-¿la puedo ayudar señorita?- dijo acercándose a mi de forma lenta sin verme a los ojos, solo veía los documentos que tenia en sus manos.
-buenas tardes oficial, soy Any una estudiante que viene de visita, vera estoy haciendo un proyecto para mi clase de ciencias literarias, pero me falta un poco de imaginación, y ya que estoy inspirada en casos de policía, me preguntaba si podría prestarme algunos archivos del pueblo como guía- le dije con una pequeña sonrisa falsa, ya que este hombre al escuchar que era estudiante, levanto su mirada y me observo de pies a cabeza, su mirada era igual a la de los chicos en mi universidad, vio con detalle mis piernas, mis muslos, observo un poco mas detenido mis caderas para luego observar mi cintura, también detallo bastante mi pecho y cuando al fin llego a mis ojos, me di cuenta de que estaba bastante interesado en mi.
-bueno señorita, me presento, soy el oficial Ryan- decía mientras dejaba los papeles en su escritorio y se acercaba a mi, mientras yo daba un par de pasos hacia atrás. -pero una mujer de cuidad como usted, debería saber que esos archivos son confidenciales- dijo pasando por mi lado para tomar unos documentos que había sobre un archivero a mis espaldas y volviendo a la silla; sabia que no quería colaborar, así que tuve que tornarme coqueta con el, aunque no era algo normal para mi, lo había visto bastante en mis compañeras de clases con sus profesores.
-por favor oficial Ryan, es mi ultima oportunidad de subir mis notas- le dije mientras ponía mis manos en el escritorio y me inclinaba un poco para dejar ver un poco de mi escote, me sentía tan tonta y avergonzada al mismo tiempo, pero no era el momento de dudar.
-mmmm, deje ver que puedo hacer- dijo observado un par de segundos mi escote y luego se levanto de la silla para ir a la puerta de donde había salido, ¿acaso los hombres son tan sencillos?. Espere a que volviera y cuando llego dejo una gran caja llena de archivos en su escritorio, me sorprendí al ver la cantidad de archivos que eran, pensé que al ser un pueblo tan pequeño tendría menos papeleo. -estos son los crímenes sin resolver, tengo un primo que es novelista y siempre me pide cosas así para sus libros de terror- dijo sin verme ni un solo segundo, ¿acaso el efecto de la seducción dura tan poco?, ¿acaso era tan profesional como para evitarme?, ¿o yo no era tan atractiva como pensaba?, todas estas dudan surgían de mi mente e inseguridad, pero no era tiempo para esas cosas, ademas era una novata en esto.
-muchas gracias, le daré la caja mañana temprano- le dije sujetando la caja y antes de levantarla, el puso su mano sobre esta y me impido tomarla, lo mire un poco asustada, pensé que me pediría algo perverso a cambio, quería resolver el misterio, pero tampoco estaba tan desesperada, pero el solo dijo...
-¿mañana?, señorita le ayudare con su tarea pero nunca le dije que podía levarse la caja- dijo mientras me miraba fijamente a los ojos. -le prestare uno de estos archivos el que escoja, a cambio debe llenar esta forma como garantía de que me devolverá el expediente- dijo mientras tomaba una planilla del muro junto con un bolígrafo, no me dijo que quería verme desnuda o que hiciera con el cosas indecentes, tal vez pensó que no era atractiva, pero eso me daba igual, solo debía buscar el archivo del homicidio en la iglesia e irme.
-entiendo muchas gracias oficial- dije con una sonrisa y empece a llenar la forma, solo eran datos básicos así que la llene rápidamente; en cuanto termine le pase la planilla y empece a buscar entre los archivos cualquier cosa relacionada con asesinatos, la mayoría era de robos y algunos heridos e incluso un par de muertos, pero ninguno relacionado con el caso de la iglesia, pero no me iba a rendir, seguí buscando y cuando lo hallé me alegre mucho, abrí el archivo y a pesar de lo viejo que era el papel, aun se podía leer claramente, por suerte el reporte del sheriff concordaba con la historia del padre, era como si el padre hubiera leído el archivo, así que lo cerré y cuando vi de reojo al oficial, este estaba viendo demasiado mi trasero, me incomode un poco ya que no sabia que tanto tiempo me estaba viendo con esa mirada, pero lo que mas me asusto, fue que era una mirada de deseo y de intriga, ya que llevo sus ojos a la planilla con mis datos y pude notar que había subrayado mi apellido con el bolígrafo; en ese momento pensé, ¿como pude ser tan torpe y poner mi apellido real?, era obvio que el reconocería el apellido o al menos le resultaría familiar. -creo que me llevare este- dije tomando el archivo dirigiéndome hacia la puerta un poco asustada.
-espere un momento señorita Any- dijo mientras se acercaba a mi, en serio como pude ser tan tonta, de seguro pensara que llevare el archivo a la policía de la gran cuidad como venganza por el asesinato de un familiar; me miro de nuevo de pies a cabeza, luego me quito el archivo lentamente y anoto el numero que tenia grabado en la planilla donde había dado mis datos. -listo, así sabre cual se llevo- dijo devolviendo el archivo a mis manos, las cuales aun o se movían por el miedo el cual empeoro cuando susurro... -señorita Smith- y luego se alejo... mi sangre se congelo, mi corazon latía como loco, sentía que me ahogaba mientras el solo me veía con lujuria y una sonrisa de oreja a oreja, se reflejaba en sus ojos una malicia que no pude describir... solo tome el archivo con fuerza y salí corriendo a la posada de Erick, corrí como loca por el pueblo como si alguien me siguiera, cuando llegue golpe fuerte y repetidas veces la puesta de Erick, quien la abrió asustado por el ruido que causaba.
-Any, ¿estas bien?, ¿que es lo que...?- no deje que terminara la frase cuando lo abrace y empece a llorar en su pecho desconsolada... creo que fueron demasiadas emociones para un solo día...
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cartas del baul
Romanceestá historia muestra una gran colección de cartas... pero quién las escribió