cartas del baul

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Querido diario, debido a que la fecha de entrega es más pronta de lo esperado no creo tener el tiempo suficiente para investigar el misterio que rodea está historia de amor y pasarlo a limpio para entregarlo, así que usaré este libro y sus páginas restantes para hacer el ensayo después de arrancar las horas personajes.

Universidad estatal
Noviembre 24 de 2005
Any Maria Smith

Durante las vacaciones de invierno había decidido visitar a mi abuela en su casa en un pequeño pueblo, este estaba lejos de la gran cuidad así que papá me trajo en su auto hasta su casa; el siempre estaba ocupado por el trabajo así que apenas si puedo saludarla.

Había decidido pasar las vacaciones con mi abuela para terminar un trabajo de literatura pendiente, había tenido un inconveniente con el anterior y el profe me dió plazo de entregar uno nuevo antes del inicio de clases; pero no había decidido pasar las vacaciones con mi abuela solo porque su casa estaba apartada de muchas distracción, sino porque recuerdo que cuando era niña ella me contaba de su increíble historia de amor que vivió con mi abuelo, eran tan increíbles que de niña soñaba con tener una historia así... Pero el abuelo murió hace 5 años... Fue un golpe duro para todos en especial para mi abuela, y con una relación tan hermosa como esa no puedo ni imaginar el dolor que sintió.

Al llegar a la casa de mi abuela me abrazo con mucha fuerza, hace tiempo no nos veíamos, después de todo la universidad no es algo que se pueda tomar a la ligera. Nos sentamos en la cocina y hablamos por horas, ella preparo sus deliciosas galletas caseras, siempre ponía más chips de chocolate que masa y eran algo dulces, pero nada que un delicioso café cargado como sello de oro de una tarde de reencuentro; le hable de mi vida en la universidad, cómo había tenido muchos pretendientes pero como ninguno me hacía sentir especial... Pero la abuela no toco el tema del abuelo, deduzco que aún no lo supera, así que decidí hablar de mi vida el resto de la tarde y dejar el tema para mañana.

Ya llegada la noche mi abuela me dejó una habitación, así que desempaque mi maleta y saque mi laptop al final para buscar temas alternos para mi trabajo, no soy una mujer insensible como para poner mi trabajo antes que las emociones de mi abuela.

Casi a media noche me llegó un frío horrible, no recordaba que la casa de mi abuela hiciera tanto frío, bueno puede ser porque dormía con ella. Después de veinte minutos no podía soportar el frío así que decidí recorrer la casa en busca de algo que me diera calor; no era una casa tan vieja como para tener chimenea pero tampoco tan moderna como para tener calefacción; Luego recordé que cuando era niña solía jugar con mi abuela y unas primas en el ático, tal vez allí arriba encontraría algo que me ayudara a calentarme, así que subí al ático usando la linterna de mi celular, estaba muy oscuro y tenía mucho polvo, casi parecía que un demonio saldría de una pintura fea y me mataría, pero mientras buscaba por el ático recordando historias de terror que solía leer, tropecé con un pequeño baúl haciendo que casi cayera sobre el mismo, casi me hago del susto por mi autosugestión pensando que había tropezado con un cadáver, pero al verlo detenidamente solo era un viejo baúl, estaba echo de madera y acero, parecía el cofre de un pirata, pero no estaba cerrado, de echo se abrió con mucha facilidad, llegué a pensar que mi abuela tenía un tesoro escondido y que había encontrado una mejor historia, pero lo único que halle fue un montón de cartas, tome un puñado de ellas y las revise, pero no tenían fecha mi nada por el estilo así que solo abrí la primera que estaba sobre las que había tomado.

PRIMERA CARTA

Querida Marta, te escribo está carta porque se que si te lo digo de frente... se romperá lo que queda de mi corazón. Si estás leyendo esto es que ya ha pasado algún tiempo desde que decidí irme, no sé cuánto tiempo alla pasado desde el momento que escribí está carta, no se si son horas días o tal vez meses... He decidido alejarme ti y aceptar la oferta de trabajo en el extranjero, creo que fue buena idea dejar una ventana abierta... Alguna vez te dije que si me dejabas de amar ese día me marcharia, y me temo que ese día llegó, no puedo quedarme con una persona que no está dispuesta a darlo todo de si para estar conmigo, y dejaste todo lo que di por una persona que apenas conoces.