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Después de la pregunta que hizo Youngjae, no hubo respuesta alguna, sólo existió el silencio.

El ambiente estaba tenso e incómodo entre ambos chicos. Youngjae no sabía que decir, había metido la pata con preguntarle esas cosas a Jackson.

Solo optó a morderse el labio.

Sus piernas se fueron moviendo lentamente dispuestas a seguir con su camino pero, una mano se posó en un cabellera aún mojada mientras le comenzaba a hacer pequeñas caricias.

La mirada de Jae que permanecía en el suelo se levantó poco a poco hasta encontrarse a Jaebum con una leve sonrisa en el rostro.

— Todavía sigues con el cabello húmedo — quitó su mano — Ven — se dirigió al baño mientras que Jae se quedó estático — No tengas miedo.

Youngjae se dirigió al baño junto a JB, su vista aún estaba baja y algo perdida, se sentía ¿confundido?

— No tengo una silla aquí pero te puedes sentar en esta almohada — el azabache sacó una almohada de él estante que había cerca y la colocó en el suelo.

— ¿Dónde te sentarás tú? — cuestionó en voz baja el chico.

— En la bañera de cerámica — contestó mientras tomaba el secador de pelo y lo conectaba para sentarse en la cerámica que rodeaba la bañera.

Youngjae lentamente se sienta en la almohada que se encontraba en el piso, dándole la espalda al azabache.

El secador de pelo comenzó a sonar y la calidez se sintió en la cabeza de él ángel caído, una mano comenzaba a sacudir su cabellera ligeramente y el seguía con la vista perdida y mordiéndose el labio inferior.

Los minutos pasaban y la cabellera castaña ya se iba secando poco a poco, causándole un relajo al diablo.

Cuando el secador fue apagado, el chico de negro se paró de golpe del suelo y giró su cuerpo para poder ver a Jaebum.

— Lo siento — se disculpó al instante.

— ¿Sabes? Aveces me haces pensar si realmente invoque al Diablo o que eres un pequeño e inofensivo chico que parece un verdadero ángel — sonrió — Lastima que al principio pensé que era un admirador secreto — soltó una carcajada.

— Bueno, ya no soy un ángel... — soltó Jae.

— ¿Me secas la cabellera? No quiero pegar un resfriado, eso sería fatal — se levantó de la cerámica y le entregó el secador de pelo al chico.

Youngjae aceptó el secador y se sentó en la cerámica, Jaebum se acomodó en la almohada y guarda silencio.

Youngjae comienza a sercarle el cabello.

Los minutos pasaron, justamente como pasó con el turno del diablo, la cabellera negra de Jaebum había quedado lista, pero este no se inmutó.

— Jaebum — llamó al azabache — Jaebum Hyung, realmente lo lamento, no debí preguntar — se disculpó nuevamente.

— ¿Hyung? — soltó el azabache — Creí que el mayor eras tú — sonrió de lado — Pero, si te soy sincero no me molesta para nada. Al menos me tienes respeto, no como ese Manatí que está sentado en mi sofá — admitió.

— ¿No está molesto? — siguió preguntando el castaño.

— No te preocupes — esta vez se levantó del piso y se dirigió al estante que tenía para sacar un paquete de Cepillo de dientes nuevo — Ya lo sabía — le entregó la caja al chico de buzo negro mientras salía del baño.

¿𝙌𝙪𝙚́ 𝙚𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙖𝙨? [𝟐𝐣𝐚𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora