El sol aún daba su luz cálida en Corea, Seúl; el cielo estaba tan claro como la misma agua acompañado de unas cuantas nubes y la brisa era la que más se destacaba en el día, tan fresca y agradable.
Ya casi había pasado 1 semana después del suceso, ambos chicos se hicieron cada vez más cercanos que lograron crear un lazo de confianza como de cariño. Aunque aún no comprendían los nuevos sentimientos que sentían, no eran capaces de separarse así nada más; existía algo que los lograba unir.
Jaebum se encontraba recostado en el sofá, con un libro en mano, leyendo cada página serenamente. Mientras que Youngjae se encontraba sentando en el piso, concentrado en un videojuego.
El ángel soltó un suspiro de cansancio, se levantó para apagar el videojuego y se acercó a Jaebum para subirse y quedar arriba de él.
El azabache por instinto miró de reojo al castaño, para luego volver a su lectura.
Este disgustado gruñó mientras fruncia el ceño para luego lentamente recostarse en el pecho del azabache.
Podía escuchar su corazón con claridad.
— ¿Qué ocurre? — dijo el azabache sin apartar su mirada del libro.
— Nada — contestó con frialdad mientras cerraba sus ojos y se acurrucaba en el pecho del azabache.
Tan cálido como siempre.
— De acuerdo — contestó vagamente.
Youngjae gruñó nuevamente disgustado mientras, buscaba calidez en el cuello del azabache.
El azabache no se inmutó.
El ángel rezongó mientras aún permanecía en el cuello del chico, en búsqueda de calidez.
— Pareces desesperado — el azabache dejó de mirar su libro para poder mirar al chico.
— No estoy desesperado — contestó el castaño mientras miraba de reojo al chico.
— ¿Seguro? — sonrió de lado — Entonces, no creo que te importe si me siento en otro sofá ¿Verdad?
Youngjae no contestó.
— Bueno — dijo el pelinegro mientras dejaba el libro en la mesa de centro e intentó levantarse del sofá, pero Youngjae, que aún seguía en su pecho, lo abrazó con fuerza. — ¿Jae?
— ¿Por qué ya no quieres estar conmigo? — la voz del chico estaba más baja de lo usual.
— ¿Eh? — soltó JB — ¿De qué hablas? Me gusta estar contigo — se acomodó en el sofá y comenzó a darle caricias al castaño en la cabeza.
— Entonces ¿Por qué dejaste de darme caricias? — realizó un puchero.
Este sonrió.
— Porque ayer me dijiste que dejara de darte mimos — el rostro de Jae estaba sorprendido.
— ¡Claro que no!
— Si, lo dijiste — realizó un puchero — Estabas tan concentrado en el videojuego que, según tú, mis caricias te hacían perder.
El castaño se quedó en silencio.
— Odio tu estúpido videojuego — dijo Jae mientras abrazaba más fuerte al azabache.
ESTÁS LEYENDO
¿𝙌𝙪𝙚́ 𝙚𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙖𝙨? [𝟐𝐣𝐚𝐞]
FanfictionPerder a alguien es el peor dolor que uno puede sentir. Im Jaebum lo sentía cada día después de la muerte de su amado Park Jinyoung en un terrible accidente. Su dolor que lo hacía sentir culpable llegó a tal nivel que sólo pensaba en hacer una locur...