¿𝙌𝙪𝙚́ 𝙚𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙖𝙨? [𝟐𝐣𝐚𝐞]

06

La brisa aún seguía su rumbo, moviendo cada árbol con su frialdad. El cielo cada vez se iba aclarando mientras que el sol finalmente aparecía con su gran brillo.

El azabache aún permanecía en un sueño profundo lo cual sólo podía ver oscuridad.

Unos murmullos lograba escuchar.

Tanto que poco a poco logró sentir inquietud y un poco de malestar. Aún lo lograba descifrar que decía aquella voz; una voz algo ronca y algo temerosa, diciendo una y otra vez lo mismo, cada vez subía de tono su grave voz.

"Ya está aquí" "Ya está aquí" "¡YA ESTÁ AQUÍ!"

Un brinco logró dar debido al susto que sintió en su corazón, sus ojos al instante se abrieron mientras que levantaba su torso con brusquedad.

Su respiración era agitada mientras que una terrible brisa logró invadir su torso desnudo, dándole un gran escalofrío en toda su columna. Un suspiro logró soltar fastidiado, aún era temprano y sabía que ya no iba a conciliar el sueño.

Dejó caer su cuerpo en la cama con algo de pereza, giró levemente su cuerpo para finalmente mirarlo a él quien aún dormía plácidamente.

Su rostro se encontraba pegado a la almohada y su cabello lograba cubrirle sus ojos aún cerrados.

Una sonrisa dejó dibujado en sus labios.

Era una de las pocas veces que podía admirar al chico dormir a su lado, casi siempre el castaño era el primero en despertar o era el primero en abandonar la cama.

La mano de Jaebum automáticamente viajo hacia la cabellera castaña del chico que se encontraba a su lado, la acarició por unos segundos para luego moverla un poco y así poder admirar mejor el rostro del ángel caído. Sus ojos no paraban de mirar el rostro del chico aún dormido, se encontraba prácticamente embobado con lo que miraba. Su cuerpo poco a poco de fue acercando al Rey del infierno, hasta finalmente quedar frente a frente, lo más cerca posible. La mano del azabache aún se encontraba en la cabeza de Youngjae, así que poco a poco la fue bajando hasta dejarla en el rostro de porcelana del castaño para así acariciarlo con ternura.

— Youngjae — llamó con suavidad el nombre de él chico que logró robarle su corazón. — Jae, es hora de despertar — susurró.

El castaño aún no se inmutaba, seguía soltando suspiros por su boca entreabierta.

— Youngjae — llamó nuevamente al chico, pero el resultado seguía siendo el mismo. — ¿Jae? — dijo con extrañes, el chico aún no lograba despertar.

Los suspiros que daba el castaño fueron disminuyendo poco a poco, mientras que la preocupación del azabache crecía.

Unos pensamientos pasaron por su cabeza, recordando el día anterior donde Youngjae había tenido 2 hemorragias y casi se desmayaba en la sala de estar.

— Jae — está vez alzó un poco la voz mientras movía un poco con brusquedad al chico que aún no reaccionaba. — Youngjae — llamó por última vez.

Hasta que finalmente abrió los ojos.

— ¿Hmm? — realizó un gesto el castaño.

Jaebum soltó un gran suspiro de alivio mientras se acomodaba aún más cerca de él Diablo.

— Que alivio — dijo el azabache — Me diste un gran susto, creí que te había ocurrido algo.