Secretos (Jesus/Dani Oviedo)

Capítulo 34 ~ Me Das Asco

Jesus/Dani se apartó. ________________ se acarició los moretones en sus brazos. Sin pronunciar palabra de su dolor.

- Perdóname... - Jesus/Dani apretó los ojos al decírselo. Siempre se le había hecho difícil reconocer sus errores. - por favor... - le acarició el hombro descubierto.

- Te he dicho que no me toques. - _______________ separó su hombro con brusquedad. - y tampoco me dirijas la pala...

Jesus/Dani, la cogió de las caderas y la pegó a su cuerpo. Besándola suavemente en los labios. La necesitaba. Necesitaba sentir su calor, aquel olor que traía en el cuerpo que hacía enloquecer a cualquier, necesitaba saber que estaba a salvo... que estaba bien. Continuó besándola hasta sentir las pequeñas manos de _______________ empujándolo. Jesus/Dani se separó. Y a la misma vez volteó el rostro al recibir la enorme bofetada que ______________ le daría.

- ¡Suéltame! - le gritó. Los ojos se le inundaron en lágrimas. Jesus/Dani permaneció con el rostro volteado. También deseaba llorar. Llorar mucho, muchísimo... no quería perderla de esa forma... no... - por favor... - le rogó. - no me toques Jesus/Dani, no quiero... no quiero que vuelvas a hacerlo.

- Déjame explicártelo...

- ¡No! - negó _________________. Esta vez estalló en lágrimas. No había nada que escuchar. - solo...solo quiero salir de aquí... - cerró los ojos, dejando salir las últimas lágrimas que se habían formado. Jesus/Dani quiso volver a acercársele. Sentir que al menos tenía una esperanza con ella. Sentir que al menos... no todo estaba perdido.

- Solo quiero que me escuches...

- Me das asco. - le dijo aguantándose las lágrimas. - me das asco Jesus/Dani. - evitó llorar. Y Jesus/Dani... Jesus/Dani también lo hizo... Así las cosas resultarían más fáciles. Así sería más fácil dejarlo ir y olvidarse de él. No quiso y no tuvo las agallas para mirarlo y decírselo a los ojos. Sabía que él podría dominarla con cualquier mirada o frase que proviniera de sus labios. Lo conocía, y se conocía a ella misma. Así que sí...salió de la habitación, de aquel cuarto en el que Juan había muerto, de aquel cuarto en el que los secretos de Jesus/Dani se habían esfumado para siempre. Pero así como los secretos se habían ido...tal vez el amor también.