Capítulo 3

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Es posible que Castle se precipitase al soltarle esas palabras a la detective pero no lo pudo evitar, él es así, cuando ve el dolor en las personas se ve obligado a ayudarlas; su madre se lo enseñó. El escritor camina sin rumbo fijo por la ciudad, perdió a su madre y ahora a su hermano, ¿qué se supone que debe hacer? La angustia recorre su cuerpo inundando cada centimetro de él, al ir cabizbajo no se da cuenta de que tropieza con una mujer.

- Disculpe, yo no...-unos ojos color verdes con un tono avellana le impiden continuar con la disculpa.- ¿Inspectora? ¿También es madrugadora?

- Salgo a correr todos los días, me ayuda a soltar toda la tensión que acumulo en el trabajo, ¿y usted? ¿No debería estar descansando?- Castle alza una ceja.- No puedo, entro en mi loft y me derrumbo, creo que de momento me alojaré en el hotel.

- Estamos haciendo todo lo posible por encontrar al responsable, su prometida nos ha contado todo lo que sabe; su hermano no tuvo más problemas después de que fuese arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol.

- Ya se lo dije, yo le ayudé a salir de ese agujero negro aunque no le culpo por su conducta, nuestro padre nos abandonó y mi madre tuvo que cuidarnos sin ayuda.- Kate comienza a sentir lástima por ese hombre, todos tenemos problemas, seas famoso o no. Echa un vistazo a su reloj de pulsera, será mejor que regrese a su casa o llegará tarde al trabajo.

- Ha sido un placer haberle visto pero tengo que irme, le llamaré si encontramos algo relevante.

- Toma.- Rick le da una tarjeta.- aquí tiene mi teléfono y la dirección del hotel, de nuevo, gracias inspectora.- se estrechan la mano y cada uno echa por un lado, Castle termina sentándose en el banco de un parque con un pequeño lago; recuerdos de su infancia invaden su mente a traición provocando que unas lágrimas caigan por sus mejillas.

Mientras tanto Kate se da una ducha rápida, se ha retrasado hablando con el escritor pero eso no le molesta, es él el que tiene el dolor en los ojos no ella. Se pide un café por el camino, por esta vez va a abusar del coche policial; no es que sea una emergencia pero la puntualidad es algo primordial para ella.

- ¡Buenos días jefa!- Sus compañeros le van adelantando información mientras ésta deja sus cosas en la mesa y se bebe el café casi que de un trago.- ¿y nada más? Como sigamos con este ritmo el asesino se nos va a escapar. Su teléfono comienza a sonar.

- Hola Lanie, vale, bajo enseguida. Chicos.- dice dirigiéndose a sus compañeros.- Lanie tiene algo, intentar averiguar algo más, amigos, antiguas novias, sus sitios más frecuentados; llamadme de inmediato.

- A la orden.- sueltan sus compañeros llevándose la mano a la frente, Kate les ignora y baja a la morgue donde la temperatura es antinatural para cualquier ser humano, no entiende cómo su amiga puede soportar el estar ahí abajo.

- Toc, toc.- Lanie está analizando un fragmento que ha encontrado en el cuello de la víctima.- Creo que nuestro "amigo".- refiriéndose al cuerpo sin vida.- peleó hasta morir, mira las marcas de los brazos.- Kate le hace caso y los examina algo más de cerca.

- Parece que esa persona tenía mucha fuerza, ¿tienes algo más?

- Pues sí, restos de lo que parece ser  un colgante, concretamente de plata.- normalmente su amiga suele decirle esas cosas por teléfono, las marcas se las podía haber enviado por correo a su ordenador.- Vale, ya te he pillado, ¿qué quieres saber?

- ¿Cómo has podido averiguarlo? No te he dicho nada. ¿Comemos juntas y me lo cuentas?

- Tengo que trabajar Lanie.- pero su amiga hace caso omiso de esas palabras, coge su abrigo y empuja a Kate hacia la salida. Escogen una mesa en un pequeño restaurante, piden la especialidad de la casa.

- Bueno, ya has conseguido sacarme de comisaría, ¿puedo saber por qué?- Lanie le guiña un ojo.- Sabes muy bien a que me refiero, vamos Kate, ¿lo has hecho ya o no?

- ¿Cómo? ¿Hacer el qué?- La forense comienza a perder la paciencia, no sabe si su amiga le está tomando el pelo para fastidiarla o va en serio. El camarero regresa con dos lasañas vegetales, una de ellas comienza a comer, la otra espera una respuesta.

- ¿Me vas a hacer decírtelo?

- ¿Decirte el qué Lanie? No entiendo nada.

- El escritor, ¿recuerdas? ¿Has quedado con él?- La pregunta deja a la detective sin palabras, echa un vistazo rápido al restaurante, no hay mucha gente.- Pues claro que no he quedado con él, es un desconocido Lanie.

- Es tu escritor favorito, ligó contigo.- eso provoca un atragantiemto en Kate, la cual comienza a toser, bebe agua. Tras recomponerse le envía una mirada fulminante a su amiga.- ¿A qué ha venido eso? Richard no ligó conmigo, por dios, su hermano  acaba de morir Lanie.

- Lo sé y lo siento mucho por él, en serio.- ¿por qué le da tanta importancia al escritor? Jamás se ha interesado por los hombres con los que ha salido.- pero has de admitir, cariño, que ese hombre no te hubiese dicho nada si no sintiese algo por ti.

- ¿Y cómo puedes estar tan segura? A lo mejor le gusta ayudar a los demás, una no se enamora a primera visto, y menos yo. Me conoces, ¿de verdad crees que abriría mi corazón a alguien sin tan siquiera conocerle?- Y ahí se termina la conversación, las amigas vuelven al trabajo sin nombrar nada que esté relacionado con Richard Castle; aunque es difícil dado que la víctima es su hermano.

Castle ha firmado varios autógrafos y se ha hecho algunas fotos aunque no está de buen humor, sus seguidoras no pueden pensar que su escritor tiene problemas así que le toca fingir. Lo mejor será desaparecer durante unos días hasta que deje de derrumbarse cada vez que piense en Nathan, entra a su hotel y pide con toda su amabilidad que no le molesten en lo que queda de días argumentando que tiene que terminar un capítulo con urgencia. Es cierto que tiene que terminar el libro pero no con la mente tan revuelta con todo lo sucedido, apaga el móvil, corre las cortinas y abre el minibar; una copa no le hará daño.

Unos días más tarde...

Es posible que hayan encontrado algo importante relacionado con la víctima, al parecer debía algo de dinero a una mafia bastante peligrosa; es posible que su muerte haya sido un ajuste de cuentas. Kate valora la posibilidad de que el escritor esté al tanto de esto, busca la tarjeta en su cartera y marca el número obteniendo como respuesta la voz del contestador, lo tiene apagado. No le queda más remedio que ir al hotel dónde se aloja, le prometió que le avisaría si encontraba más información.

La detective aparca el coche a dos calles del hotel, pregunta el número de la habitación, un botones le lleva hasta la puerta. Está el cartel de no molesten, ¿debería llamar? Seguro que Richard querrá saber lo de la mafia. Toca con los nudillos pero no obtiene respuesta.

- Señor Castle, soy la inspectora Beckett, tengo información para usted.- Kate acerca la oreja a la puerta para intentar escuchar algo, un sonido muy familiar para ella consigue que ésta tire la puerta abajo; ya la pagará más tarde.

- ¡Oh dios mío!- Se encuentra al escritor tirado en el suelo, un líquido rojo rodea su hombro, éste se ha pegado un tiro.- ¡Señor Castle, escúcheme, no cierre los ojos, ¿de acuerdo?!- los gritos de la chica atraen a algunos curiosos los cuales dejan ver su asombro al ver a la persona con los ojos cerrados.- ¡Llamen a una ambulancia, deprisa!- Kate intenta detener la sangre con una camisa que encuentra en la habitación.

- ¡No se vaya Richard! ¡Quédese con mi voz!- éste reúne fuerzas para abrir los ojos.- Estoy bien inspectora, voy a reunirme con mi hermano y con mi madre.- pero antes de que Kate pueda contestar, unos profesionales médicos lo suben a una camilla y lo llevan a toda prisa al hospital dejando a una chica con una camisa ensangrentada y con una gran pregunta, ¿por qué lo habrá hecho?

How to save a lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora