Caos

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Y así comenzó, lluvia de fuego y azufre, plagas que devoraban el alimento del hombre. Y lágrimas, sollozos ahogados en mí; el dolor era parte de mí, podía oír cada grito de agonía, cada aullido de dolor y sufrimiento que fue silenciado en un movimiento de mi lanza.

Eso era, el mensajero de la ira de Dios, cada capricho y cada rabieta que él tenía; yo era su castigador para la humanidad. Empalaba a los hombres, quemaba a sus mujeres y apuñalaba a sus hijos. Nadie, ninguno podría escapar de mi visión, debía hacer lo que se me ordenaba, era mi deber, mi destino, y con todo ello, mi sufrimiento inmerso en una agonía insensante.

De nuevo, mi trabajo estaba hecho, miré los pueblos en llamas y me arrodillé para dar una oración de perdón. Suplicaba por una muestra de misericordia; pero ya no de mi señor, sino de alguna fuerza del bien o el mal, algo que me enseñara lo que era la bondad. Fue que entonces, mis súplicas se vieron interrumpidas por un goteo en mi cabeza, luego fueron dos gotas, tres, cuatro; finalmente alcé la mirada viendo el firmamento de la noche inmerso en las nubes lluviosas, era un espectáculo hermoso a vista; la luz de las estrellas se reflejaba en cada gota de agua que llovía y cada una limpiaba cada mancha y marca de la muerte que había enviado. Ahora todo eran ruinas, sólo había un aroma a carbón con hierba fresca a los alrededores, el calor de las llamas había cesado y finalmente todo había vuelto a la paz. Cerré mis ojos con vista cansada y me levanté de mi lugar sintiendo la frescura de la lluvia.

"Hacia tiempo que no había apariciones de ángeles o seres celestiales"

Una voz había interrumpido mi paz, la misma era válida y algo pacífica, instaba a la paz y la tranquilidad, pero mi desenfreno en mi eterno frenesí ocasionó que me volviera a aquel ser con mi lanza mirándolo de forma amenazante

"En nombre del señor, yo-..."

Fui interrumpido por esa figura

"Vas a matar a una de las fuerzas primordiales de la naturaleza"

Esa voz había dejado implícita su identidad en aquella oracion, fue que finalmente pude verlo con detenimiento, el hombre estaba encapuchado, tenía varios vendajes en su cuerpo; pero lo más destacado era su visión, era ciego y sujetaba una balanza, la cual parecía que estaba algo desequilibrada

"Tus acciones están cambiando el flujo del bien y el mal, tu balanza y destino se alteran. Y todo a causa de tu ceguera en las acciones que realizas"

Finalmente lo comprendí, aquel ser me daba explicación de mi papel en aquel momento y fue así que lo reconocí. Nunca lo había visto, pero era claro que me encontraba cara a cara con la manifestación de la justicia en persona. Pero, eso significaba que algo estaba por cambiar, y mi castigo por mis acciones pasadas, presentas y futuras me condenarian a uno de los peores destinos existentes en toda la historia.

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