Paganismo

6 2 0
                                    

Los cielos estruendosos y los fuegos de la tierra se habían unido, yo y mi hermano estábamos a punto de comenzar un ataque devastador contra aquellos herejes.

Fue entonces que mi hoja se detuvo rompiendo la formación. Un sonido, más que eso, era un llanto; ningún adulto o niño, más pequeño. Un bebé.

Me detuve en seco al ver que los que parecían ser los líderes de aquel grupo sujetaban a un bebé con firmeza, yo me mostré consternado; aunque mi hermano no.

David sujetó su espada con firmeza y se dispuso a tratar de dar cortes a diestra y siniestra. Siendo cada ataque repelido por mi lanza.

"¡Detente David, estos no pueden ser los brujos que hablaba Dios!"

Había mencionado eso a todo pulmón con una gran seguridad en mi mirar. El por su parte mostró su gran desaprobación y procedió a tratar de apartarme.

"¡Estúpido! ¡Eso quieren que creas, solo matemos los y acabemos con esta misión! "

Gritó mientras seguía tratando de apartarme de su camino para seguir con su loco frenesí de muerte.

Yo me mantuve firme, no estaba dispuesto a mover músculo alguno porque no pensaba matar inocentes o siquiera el dejar que cualquier ser libre de culpa y mal fuese lastimado.

David reprochó y finalmente me escupió en el rostro con una gran decepción, ira e irritación en sus ojos. Parecía que quería electrocutarme hasta mi final, cosa que consideraría imposible de mi propio hermano.

"David, relajate, de nada sirve hacer rabieta, escucha. Estos humanos podrán parecer grandes amenazas al cielo, pero se ven más que inofensivos. Hay que estudiar la posibilidad de que puedan ser inocentes y que Dios se halla equivocado"

Mencione con racionalidad a medida que trataba de acercarme para ayudarlo a alcanzar la tranquilidad que yo necesitaba para que los dos pudiéramos discutir la situación.

El nuevamente menciono a regañadientes.

"No pienso perder mi tiempo de sí son inocentes o no, lo que importa ahora mismo es el eliminarlos, son órdenes de nuestro padre. Es mas, jamás en tu vida siquiera debería de pasar la idea por tu cabeza de dudar sus leyes, pensamientos o incluso órdenes. El nos dio la existencia, por ello estamos obligados a obedecer"

Levanté una ceja al oír aquel argumento, había demasiadas incoherencias a las cuales le podría recalcar que su pensamiento estaba más que perdido en la obsesión de enfrentar a un enemigo donde no lo había. Pero de nada servía discutir con un loco.

"No me voy a mover David, así que te recomiendo el pensar en sí vamos a investigar la inocencia o culpabilidad de estos humanos, o simplemente puedes tratar de enfrentarme en un duelo mano a mano y definiremos la decisión a partir de la violencia"

Por un segundo esperaba que fuese a elegir la segunda opción, ya que su ira parecía ser más fuerte que su pensamiento. O al menos así fue hasta que pareció recordar lo que habíamos discutido y como fue que libere una energía peligrosa para el y varios de nuestros hermanos.

El Suspiró negando con su cabeza, para proceder a señalarme directamente a mi cara con una gran furia en su hablar.

"Si piensas así, tendrás que investigarlo tu, solo y sin apoyo. Veremos cuánto aguantas antes de ir de rodillas al cielo rogando a nuestro padre su perdón"

Yo simplemente me limite a asentir mientras lo miraba fijamente a los ojos sin mostrarme intimidado ante su actitud tan infantil y tonta que estaba transmitiendo.

El respondió con otro asentimiento, luego procedió a darse media vuelta, caminó un poco alejándose y finalmente extendió sus alas para comenzar a volar hacia los cielos más altos para que su rastro se perdiera en las nubes.

Una vez con el alejado, me volví a aquel grupo. El mismo se veía aterrado y confundido, parecía que jamás habían visto a seres como nosotros o siquiera el haber interactuado con uno.

Sus emociones son lógicas, el ser humano teme profundamente a lo desconocido sin dudar un poco.

Me intente acercar lentamente mientras enfundaba mi lanza para tratar de transmitir unas señales pacíficas y amigables.

"Lamento la intromisión, tranquilos, no les haré daño. Les juro por mi padre que no tengo ninguna mala intención"

Parecía que nadie estaba dispuesto a acercarse a mi por el terror que les había provocado, hasta que note un mirar curioso en mi forma.

Aquel llanto anterior comenzaba a cesar y fue que mire a aquella pequeña criatura siendo resguardada lo mejor que podían los jefes de aquel pequeño grupo de humanos.

Vi como aquel bebé me extendió una mano con curiosidad pareciendo que quisiese que me acercara.

Yo trate lentamente para no asustar a los humanos que lo protegían ya que temía que fueran a actuar de una forma agresiva.

Miré como los humanos me veían con confusión y bastante angustia, se les veía nervioso. Pero hasta ellos debían de seguramente comprender que sí trataban de atacarme saldrían perdiendo.

Finalmente que me encontraba lo suficientemente cerca del recién nacido, fue que acerque un dedo hacia él. Sorpresivamente aquel bebé lo tomó y comenzó a reír.

Su risa era bastante calmante, por una de esas pocas veces sentía que por su alegría mi alma se apaciguaba. Como si todo mi sufrimiento y dolor se olvidase gracias a la inocencia de un pequeño.

También pude sentir a mi rostro haciendo una expresión nada habitual, por lo que sentí como mis extremos de mis labios se extendían hacia arriba para firmar una dulce y cálida sonrisa.

"Hola pequeño, bienvenido al mundo"

Los humanos se mostraron más relajados y fue así que también conmovidos por aquella situación, me miraron en silencio por unos instantes antes de dar un asentamiento.

Luego el líder principal del grupo de humanos que practicaban aquella celebración tan particular salió de entre el grupo de personas y mencionó.

"Tu eres un emplumado bueno"

Me Sonrió levemente antes de que la presión comenzase a disminuir. Yo sentí mis nervios calmarse y como todo se empezaba a acomodar.

"¿Quieres quedarte a ver la ceremonia?"

Sorprendido miré como el jefe me extendía una mano, dándome una invitación a la celebración.

Yo sin dudar, acepte con el corazón latiendo lo más alegre y tranquilo posible...

CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora