Selina:
Abro los ojos despacio.
Y Beau es lo primero que veo, está de pie al pie de la cama y mientras mis ojos recorren la habitación, descubro a su madre al lado.
—Dios mío, cariño..—Pronuncia Marena.—¿Estas bien?
—Si.. ¿Qué?
—Te desmayaste.
¿Me desmaye?
Yo jamás me desmayo.
—Creo que fue un error enseñarte el boceto.—Pronuncia Beau fastidiado.—Me disculpo, no lo volveré a hacer, no pensé como reaccionarias.
No pongo objeciones, no quiero verlo.
Prefiero que quede en sus manos, lo único que provoco en mi es recordar todo.
El agua, las luces, la explosión...
—Debiste ser más considerado, Beau.—Me dice su madre.
—No.—La detengo.—No ha sido su culpa... Beau solo quería que yo estuviera al tanto.
Ambos me observan sorprendidos.
Siento mis mejillas acaloradas.
Marena coloca su mano sobre mi frente.
—Tienes fiebre. —Pronuncia.—¿No estarás enferma?
—Lo mejor será llamar al medico.—Pronuncia Beau y saca su móvil.
—No es...
Ya es demasiado tarde, ha salido a hacer la llamada.
(*)
—La fiebre ya se te bajo.—Me indica el médico, él pone los ojos en Beau, quien esta unos pasos detrás de mi.—Que tome los medicamentos y mañana estará mejor.
—¿A qué se debe?.—Pregunta Beau.
—Supongo que se te bajo la presión.
Beau alza una ceja.—¿Supone?
—No veo otra razón.. ¿La señora estuvo en contacto hace poco con la lluvia o la humedad hace poco y durante mucho tiempo?
Beau traga saliva.—Solo en nuestro viaje, los primeros días, pero ha estado bien.
—De todas formas si empeora mandare a que le hagan unos exámenes.—Me indica.—Pero veremos cómo amanece mañana, es posible que solo sea un resfriado a punto de iniciar.
¿Un resfriado?
—¿Los vómitos?
—No.—Respondo yo la pregunta de Beau.—Me pase con los tragos anoche, es todo.
—Puede ser eso y el frio, su presión bajo y ahora tiene fiebre.—Indica el medico.—Como dije, mejor esperemos a mañana.
Asiento con la cabeza.
—Gracias, doctor.
(*)
—¿No tienes que ir a trabajar?
—La persona que ordeno poner el detonador sigue respirando.—Responde Beau.—Eso puede esperar, me quedare contigo.
—¿La persona?
El niega.
—¿Hay algo que no me has dicho?
—No te preocupes por eso.
—Beau..
El baja la mirada.
—Beau, si hay algo.
—No es nada, solo es muy obvio que esto no lo planeo solo una persona.—Me indica.
—Que hay alguien más.. —Pronuncio.—¿Sospechas de alguien?
—Aun no.
Se acerca a mí y se sienta a mi lado, la cama se hunde.
—Ahora solo descansa.—Me pide.—Necesitas descansar y no hablar de eso.
Decido hacerle caso.
Trago saliva.—¿Te quedaras?
Sus ojos se abren.
—¿Quieres eso?
—Eres mi esposo... ¿No?
El brillo en sus ojos desparece.—¿Solo por eso?
—No.—Respondo enseguida.
Mi corazón se acelera.
—Quédate...—Pronuncio mirando sus ojos.—Porque quiero que te quedes.
Hola..
Sigue causándome risa que cada vez que escribo sobre vómitos o desmayos, lo primero que piensen es que sea un embarazo.
Hagamos un conteo.. ¿Cuanto ha pasado? :o
Cada uno saca sus conclusiones y espero que nadie de en el clavo porque el final es una sorpresa.
Hasta aquí llegamos hoy.
Nos leemos.
>>Yiemir.
ESTÁS LEYENDO
Corazones En guerra (#1 Hijos de la Mafia)
RomanceMafia: Organización clandestina de criminales que ejerce su poder mediante el chantaje, la violencia y el crimen. Beau Lombardi y Selina Santini son los hijos principales de dos de las familias más importantes en el mundo de la mafia. En busca de l...