Corazones En guerra (#1 Hijos de la Mafia)

Epílogo

Selina:

Esa misma noche estuvo llena de emociones, no solo por lo sucedido por mi padre, sino que Marena Lombardi me recibió llena de lágrimas, preocupada y asustada, comenzó a darme su bendición y no dejo de abrazarme.

El padre de Beau, hizo lo mismo, preguntar si estaba bien y si necesitaba algo, pero lo que realmente me conmovió fue que me dijeron que esta seguía siendo mi casa.

—¿Hay algo que podemos hacer por ti?.—Pregunta la madre de Beau.

Yo solo miro a mi esposo, quien no se ha apartado de mí desde que llegamos.

—¿Podrías llamar al medico?.—Le pregunta Beau.—Selina ha estado..

Mi padre me estuvo envenenado, eso pasó..

—Acabo de reanimarla.

Marena se lleva las manos a los labios.—Dios mío.

—No quiero que haya ninguna complicación.

—Ahora mismo lo llamo, Beau.

—Gracias, papá.

Beau me lleva con el a la habitación.

—¿Quieres tomar un baño?

Niego con la cabeza.—Quiero estar lejos del agua al menos por hoy.

Él lo entiende y me alcanza unas toallas, junto a ropa limpia, ropa suya, me la coloco y ambos nos echamos sobre la cama.

—¿Cómo..?

—Shh.. descansa.—Me pide.—Hablaremos de eso mañana.

Cierro los ojos y lo hago.

(*)

El medico de los Lombardi llega temprano por la mañana, aun cuando ni son las seis de la mañana, pero ya hay luz afuera, me revisa y analiza si necesito un lavado de estómago, finalmente solo me receta unas pastillas, al menos esa es su idea al principio porque deje de tomar el veneno desde que salí de casa de mi padre y me mude con Beau, como dijo mi padre, el que dejara de tomar esas pequeñas dosis sin darme cuenta, causo un cambio completo dentro de mi estómago, por lo cual sufría los vómitos y desmayos al reaccionar.

Al menos eso habrá sido las primeras veces...

Pero la última vez que tuve nauseas.

—Estas embarazada.

Aquí, justo frente a Beau.

Quien está en shock.

Niego y parpadeo con la mirada abajo, no por el rechazo que tal vez podria causarme esto, sino por el miedo, porque mi padre intento matarme.