Corazones En guerra (#1 Hijos de la Mafia)

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Hace tres horas...

Selina:

—Tengo que llamar a Beau.

—Primero descansa, cariño, después podrás hablar con el..

—Pero Beau...

—Pasaste por muchas cosas por culpa de ese hombre.—Me recuerda.—Y casi te pierdo, me has alterado los nervios .. ¿Podrías por favor hacerme caso esta vez?

Aprieto los labios.

—Está bien...

Papá sonríe y se acerca a mí, me coge el rostro con las manos.

—Todo esto lo hago por tu bien.—Pronuncia.—Si llego a perderte como a tu madre..

—Lo sé y no vas a perderme.—Le aseguro.

Papá tiene los ojos llorosos, mi vista arde y lo rodeo con los brazos.

—Creí que te perdía, cariño.—Pronuncia con voz dolida.—¿Qué hubiera sido de mi si tú también te ibas de mi lado? No lo soportaría.

—No iré a ningún lado.—Le prometo apartándome de el.—No lo haré.

Papá me observa, entonces llama a sus hombres.

—Que cierren todo.—Les ordena papá.—Que pongan cámaras en los exteriores, también seguridad en cada piso y en cada esquina de afuera.

—Papá...

—Si alguien trata de asesinar a mi hija tendrá que pasar por un ejercito.—Ordena.—¿Entendido?

Mis ojos se abren al ver a Angelo ingresar por la puerta principal.

—¡Angelo!

Llega hasta mí y me rodea con los brazos.

—¿Estas bien?.—Me pregunta preocupado, me coge las mejillas.—Oí lo que sucedió y en cuanto..

Se detiene al ver la expresión de papá.

—¿Qué es todo esto?

—Estoy protegiendo a mi hija.—Señala a mi mejor amigo.—Y tu no deberías estar aquí.

—Estaba preocupado.

Papá suspira.

—Papá, por favor...

Papá pasa la mirada de mi a Angelo.

—Solo porque es tu mejor amigo y lo conozco, si fuera otra persona..

—Ya entendí.—Pronuncia Angelo.—Gracias.

Papá niega y nos deja solos, lo escucho seguir dando órdenes por los pasillos tomando la seguridad muy en serio.

(*)