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Sunagakure, Casa Del Kazekage, 12:50

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Sunagakure, Casa Del Kazekage, 12:50

-¿Así que crees que le gustas a Inojin? - Murmuró un tanto incrédulo.

-No, no... Bueno no sé- Susurró inexpresivo, aunque estaba avergonzado por tratar un tema así con Araya. No era que no le tuviera confianza, ya llevaban muchos años como equipo y amigos, pero no habían hablado antes de algo así.

Araya dejó las cartas de lado, observando detenidamente a su compañero. No entendía de dónde sacó eso de que le gustaba al Yamanaka, encontraba aquello algo ilógico, sí, Inojin no tenía problema con desvelar su orientación sexual, obviamente por estar en Sunagakure donde nadie le conocía, pero no era común que le gustara alguien tan de golpe... O eso creía. Por otro lado Shinki nunca había entablado conversación con el rubio, menos a solas, por ende era normal que se confundiera con su actitud satírica y segura, sin contar que el contrario no solía tratar con temas que se relacionarán con el romance, por lo que conocía poco y nada sobre este.

Araya y Yodo eran mucho más conocedores, no porque hubieran tenido pareja, por lo menos no el chico, pero rl marionetista había visto cómo se comportan los chicos con Yodo o escuchaba a la rubia hablar sobre otros Chūnin o hasta Jōnin... pero Shinki... Shinki hacía caso omiso a esas situaciones.

-¿Pero qué te dijo exactamente? -Arqueo una ceja bajo la máscara. Después de tantos años con aquel objeto era norma

-Lindo... - Habló en voz baja y neutra, mirando sus cartas para disimular lo incómodo que se le hacía tocar un tema así.

-¿En qué circunstancia? -Interrogó nuevamente con curiosidad, aunque mantenía esa voz tranquila.

Shinki vaciló entre contarle o no, decidiendo omitir su desencuentro con el Yamanaka. Araya era su amigo y seguramente se molestaría por que le trató así y lo último que quería era que su único amigo le juzgará en silencio por una decisión que para él era acertada.

-Olvidemos esto, tenemos entrenamiento con mi padre- Se levantó dejando las cartas ordenadas.

Sunagakure, Campo De Entrenamiento N° 8, 16:30

-Kankurō- Jadeo en busca de aire, sus mejillas rojas resaltan entre su pálido rostro, su cabello desordenado ante los movimientos bruscos y las gotas de sudor hacían que su piel brillara contra el sol- Cinco minutos- Aún cuando fuera una petición de descanso sonaba más como un hecho.

-Oye niño, ya llevas casi cuatro meses aquí deberías acostumbrarte al calor y los entrenamientos al sol- Frunció el ceño caminando donde él- Toma agua, te vas a deshidratar.

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora