IX

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La incertidumbre era moneda de todos los días. Nadie sabía cómo podría reaccionar el virus... Todos esperaban lo peor; el deceso de quienes habían entrado en coma prolongado.

Martín estaba por hacer la última ronda de controles, cuando el enfermero del piso cuatro le dio aviso de lo que no quería que ocurriese: Paula había ingresado al coma.

Un escalofrío le corrió por todo su cuerpo. Sentía que había fallado. A pesar de haber hecho todo lo posible, sentía que había fallado.

Su primera paciente en aquel estado. No lo creía. No quería creerlo.

Después de ese día, el número de pacientes en ese estado comenzó a incrementarse. Tanto suyos como del resto de sus colegas. Las habitaciones comenzaban a llenarse de ellos y tuvieron que destinar un lugar más grande para trasladar a los más sanos.

El mundo se había convertido en un lugar repleto de gente dormida. Y hasta el momento, no había buenas noticias. Lo único positivo era la falta de decesos.

Fueron varias las semanas de angustia antes de recibir la noticia.

Martín estaba por salir de su casa cuando su celular comenzó a sonar. Era una médica amiga y decidió atender.

—Están despertando. ¡Están despertando!

Oxiderón [Historia corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora