Oxiderón [Historia corta]

XIII

— ¡Hija mía! ¡Hija mía! —la mujer corre a su encuentro y la rodea en un abrazo.

Detrás de ella, un hombre más serio intenta dibujar una sonrisa en su rostro.

—Te hemos extrañado tanto —le dice pasando su mano por la espalda.

Sally siente un calor especial en el centro del pecho. De pronto, siente como un equilibrio... Son las emociones de Paula que empiezan a acomodarse en su interior. Toda la angustia es superada; el miedo, la tristeza... todo se va. Y llega el amor, la felicidad, las ganas de volver a empezar.

Son las ganas y deseos de Paula, y Sally lo hará por ella. No le fallará. A pesar de ser una intrusa, no dejará que aquello se pierda.

Seguirá actuando con normalidad. Nadie tiene que saber que Paula sigue en pausa. Nadie. Ningún humano puede descubrir a los intrusos en los cuerpos de los que regresaron del coma, porque si lo hacen, todo el plan sería destruido.

Todos se prepararon para ingresar a los cuerpos de los dormidos por causa del virus Stramivi102. Todos se prepararon para volver esos cuerpos a la vida y vivir con ellos allí, en la Tierra... Y el principal objetivo podría cumplirse si los humanos nunca se enteran de ello.

A pesar de que sus emociones pasaron a un segundo plano desde que ingresó en el cuerpo de la humana, todas ellas regresan cada noche. Al parecer, cuando el cerebro de Paula reduce su actividad para descansar, la energía de Sally cobra vida.

Y esas noches suelen ser eternas. Ya no tiene nada para aprender, nada para incorporar. Entonces, queda a la deriva. Y la deriva la lleva a pensar en Max... Quiere salir a buscarlo porque siente que está cerca, su conexión se lo dice, está cerca.

Cada noche se propone que al día siguiente lo buscará, pero cuando despierta, los deseos y necesidades de Paula son más fuertes. Por momentos, se siente presa. No entiende el sentido de todo aquello y quiere idear un plan para poder hacer valer sus deseos allí.

Prueba a despegarse del cerebro. Quizás puede salir del cuerpo mientras este descansa y volver justo antes de que despierte. ¿Será muy arriesgado? No cree.

Lo intenta todas las noches y siente que es algo así como un ejercicio que se perfecciona con la práctica. Y un día, logra salir.

Siente cómo el cuerpo de Paula va quedando lejos... Y siente la energía de Max acercándose mientras avanza por el camino que le indica su presencia.