十九

611 49 5
                                    

Apesar de haber salido tarde de casa llegamos a tiempo al instituto, me encontraba con Rén Jùn por lo que ambos nos dirigimos con prisa hacia el aula. Por suerte no se encontraba el profesor de la materia que nos correspondía.

—Jóvenes, les tengo una aviso muy importante—comentó el profesor una vez que pasó por la puerta.

De inmediato se hizo silencio en el aula, cada uno de nosotros mantenía su atención en el profesor.

—Déjenme informarles que la obra de Romeo y Julieta se hará hoy—la mandíbula de todos había caído al escuchar tal aviso.

Si hemos estado ensayando, pero creo que no estamos lo suficiente preparados para estrenar la obra hoy.

—Los quiero a todos en el salón de gimnasia—luego de ello todos nos levantamos de nuestros asientos para después salir en dirección al lugar indicado.

Una vez en el salón de gimnasia, unos se mantenían ensayando sus guiones, otros charlando de cosas sin sentido, en cambio Rén Jùn y yo nos mirábamos con nerviosismo. Recordamos que la obra contiene una escena en la cual los protagonistas se besan, pero Rén Jùn y yo solamente ensayamos una vez esa parte. Recuerdo que ese día fue mi primer beso con Rén Jùn.

—¿Ensayaremos el beso?—murmuro Rén Jùn dándome una mirada para luego apartarla.

—Si queremos que la escena quede bien, debemos hacerlo—para nuestra mala suerte la escena del beso es la más importante y es la que mejor debe salir.

—Huáng y Do—exclamó el profesor llamando nuestra atención—no los veo ensayando.

Rápidamente nos levantamos de las gradas para luego posicionarnos uno enfrente del otro.

—Entonces te tomo de la cintura—murmuro nuevamente el castaño haciendo tal acto.

—Yo debo poner uno de mis brazos en tu hombro y el otro en tu pecho—hice tal acto.

—Ahora el beso—nuevamente exclamó el profesor.

Me percaté de que toda el aula mantenía su atención en nosotros, ahora no solo me sentía nerviosa por el beso, sino que también con vergüenza por el hecho de que todos tienen su mirada en nosotros.

—Solo déjate llevar—susurro Rén Jùn para ambos.

Asentí con seguridad. De poco en poco nuestros rostros se iban acercando a tal punto en qué nuestras narices ya rozaban, Rén Jùn ladeó un poco su cabeza para que así nuestras narices no chocarán. Con lentitud nuestros labios se unieron creando un suave y dulce beso.

—Quedo perfecto, ya pueden separarse—se escuchó por parte del profesor quien dio varios aplausos.

Ambos hicimos caso omiso, ya que aún nuestras bocas seguían unidas. Después de unos segundos no separamos, nos lanzamos una última mirada para luego darnos la espalda. Sentía mi cara arder de vergüenza.

—Quedo muy bien jóvenes, solo un detalle, no duren mas de la cuenta—menciono en burla—bien, son los únicos que no tienen sus trajes, vayan a cambiarse.

Asentí a la petición para después ir hacia los vestidores, los cuales se encuentran en un rincón del salón de gimnasia.

Walk Your Home // Huáng Rén JùnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora