La Belleza De Los Animales

dudas personales

Juno se puso su ropa para dormir y se acostó en su cama. Ya era de noche y sus compañeras ya estaban dormidas cuando llegó. Pasó bastante tiempo hablando con Haru. Era una conejita muy amable y despreocupada en la vida. Le pareció curioso el porque la miraban tan mal los demás estudiantes cuando fueron a la cafetería a coger su comida.

La población femenina fue la más intensa. La loba estaba consiente de que ver a una loba gris acompañando a un conejo enano a comer era una escena casi de ficción. Pero las expreciones de desagrado estaban de más.

Cuando al fin llegaron al lugar especial de Haru. admitió que era un buen lugar. Comer un delicioso pastel de arroz(un platillo que no se servía todos los días) mientras él atardecer te acaricia la vista con sus vivos colores. Juno casi olvido lo que hizo hace unas pocas horas y quería ignorar esa horrible cituación al menos un rato.

Haru había ido directo al grano. Había estado cautelosa en el baño debido a que un grupo desagradable de chicas solía molestarla cuando estaba sola. Ella admitió que se acostaba casi a diario con chicos de la escuela.

—¿Con los carnívoros también?

—¡No!...bueno, ninguno se me a acercado con esas intenciones. Siempre son los herbívoros de baja estatura los que me buscan.— murmuró sobre su jugo de manzana. No parecía avergonzada, pero si incómoda.

Juno recordó ese momento con Louis. Realmente ella no era nadie para juzgar. Al menos las relaciones que tubo haru siempre fueron con consentimiento de ambas partes. En cambio. Su primera vez fue violando brutalmente a alguien y casi se lo comía también. No sabía en qué momento su hambre se convirtió en lujuria. Pero ahora, gracias a la luz del sol. Podía ver claramente que había pelos marrones en su ropa. Eran muy delgados y dudaba que haru pudiera notarlos y si los noto, no dijo nada al respecto.

—¿porque lloras Juno?—

—¿Uhm?—en efecto. Estaba llorando, se limpio rabiosamente las lágrimas. Ella no merecía llorar. 

—Por nada, solo no tuve un buen comienzó de semestre—

La nariz de haru tembló un poco mientras la miraba. Juno No pudo evitar admirarla. Los herbívoros podían ser tan adorables. los pequeños dedos de la coneja acariciaron su otro brazo lleno de vendas.

¿Vendas? ¿Como no las noto antes? Hoy su cerebro no parecía funcionar correctamente.

—¿que le pasó a tu brazo?

—oh...me corte con un metal mientras limpiaba el cobertizo del club de jardinería.— dijo estás palabras con siento afecto.

—¿No te duele?—la preocupación que no sintió por Louis. Apareció con la otra hembra.

—ya no, un lobo gris llamado Legosi me vendo el brazo, es increíble como unas manos tan grandes pueden ser tan cuidadosas— está declaración sorprendió a juno. El tono de haru fue dulce y lleno de cariño al nombrar al otro carnívoro.

— Otro lobo gris...—murmuro

—Si. Vino al club de jardinería porque necesitaban flores para la obra de Adler. Soy la única en el club y no desaproveche la oportunidad de unos brazos grandes y fuertes— se limpio la boca y le dio una mirada "malévola".

—¡Oye! No te aproveches de la nobleza canina— se atrevió a reír mientras le daba un pequeño codaso, Haru no pareció asustada y solo río más, los conejos eran muy adorables.

De repente Haru paro de reír en seco, sus ojos negros la miraron con un despreció que  no comprendió ¿El codaso si la ofendió?

—No te rías haci—