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Jimin se petrificó por completo al darse cuenta de lo que había dicho. No era estúpido. Sabía que Jungkook era algo más que un amigo. Pero al mismo tiempo tenía más que claro que el chico era hetero confundido.

Y si. Jimin estaba acostumbrado a confundir heterosexuales e incluso se puede decir que era su hobby, pero con Jungkook sabía que era diferente. Sabía que no era solo un hobby y eso lo aterraba.

Le aterraba admitir sus sentimientos por alguien que solo estaba confundido.

"Pero tal vez no es solo una confusión tal vez se descubrió"

Le decía una voz esperanzadora en su cabeza que trataba de apagar con todas sus fuerzas.

-Jimin-- Lo llamo Jungkook sacándolo de sus pensamientos.

Se giro encontrándose de lleno con esos orbes oscuros que lo miraban con una intensidad abrumante.

-¿Qué?-- Le pregunto tratando de sonar lo más normal posible. Disimulando el debate que tenía consigo mismo hace semanas. Debate que se hacía cada vez más intenso. Debate que cada vez le dejaba menos horas de sueño.

Debate en el que Jimin sabía con claridad que parte iba a ganar.

-Soy tuyo-- Pronunció Jungkook causando que el aire abandone su cuerpo por una fracción de segundo.

Ambos mirándose con una tensión palpable. Era como vivir nuevamente los sucesos de hace poco más de un mes. Era como estar nuevamente en ese baño. Tocándose y probándose como les diera la maldita gana.

Era como la calma antes de la tormenta. Era esa señal de la cantidad de cosas que ocurrían entre ellos. Era el claro indicio de que las cosas entre ellos estaban lejos de acabar si es que acababan.

Ellos eran la clara metáfora de una explosión inminente. Ellos eran la bomba. La pólvora eran sus sentimientos comprimidos. La mecha era el control que ejercían constantemente el uno sobre el otro. Y lo único que necesitaban para activarse era un intercambio de miradas.

Un intercambio de miradas que inevitablemente hacía que sus cuerpo se acerquen. Que lograba hacer que todo a su alrededor desaparezca y deje de importar. Que permitía a ambos ser conscientes una vez más que estaban a merced del contrario.

Justo como ahora.

Que se encontraban a unos pobres centímetros de distancia. Sintiendo la respiración caliente del contrario en sus rostros mientras sus recuerdos eran inundados con imágenes de ellos dos besándose. Ambos con una ganas casi enfermizas de repetir absolutamente todo y de ir más alla.

Con ganas de terminar lo que empezaron y que en lo posible no termine.

Jimin sentía la intensa batalla de sentimientos que se llevaba en su interior.

Si alejarse o besar a Jungkook hasta el cansancio.

Si huir o arriesgarse .

Si guardarse o entregarse.

Si era mejor vivir con el constante "Que hubiera pasado si..." o con una nueva desilusión amorosa.

Pero Jimin sabia que ese era un debate sin importancia. Porque no importaba las noches en vela que pasara. O las horas que dedicaba a reflexionar sobre ello una y otra vez.

Jimin no se iba arriesgar.

Por qué era mejor alejarlo ahora y conservar la amistad.

Era mejor huir que arriesgarse y salir lastimado.

Era mejor guardarse donde nadie lo pueda encontrar que entregarse a ciegas.

Porque era mejor vivir con la incertidumbre que con un corazón roto.

Porque Jimin sabia que Jeon Jungkook tenía el poder de destrozarlo si era lo que quería. Como también estaba completamente consciente de que él podría hacer lo mismo con el contrario.

Y por más que sus manos picaran por tocar al castaño. Por más que sus labios solo querían sentir los del chico nuevamente. Por más que su cabeza estaba repleta de él. Por más que su corazón lo llamara a gritos. Por más que sabía que ambos querían eso. El miedo gano.

Y justo cuándo se iba a alejar sintió como su rostro era levemente soplado por el contrario.

-¿Qué?-- Pregunto confundido.

-Tenías una pelusa en la ceja-- Le respondió Jungkook alejándose de él para poner en marcha el auto y emprender el camino.

Finalmente Jungkook había aprendido a leer los ojos de Jimin. Si el ni hubiese hecho eso sabía que lo iba a rechazar. Sabía que lo iba a alejar.

Se sentía orgullo de si mismo por haberlo tenido en cuenta como una de las tantas variables de su plan. No pudo contener la sonrisa en su rostro. Su plan estaba funcionando.

Era hora de empezar la segunda parte.

Ya tenía el corazón de Jimin. Ahora necesitaba ganarle a los miedos del chico.

-¿A dónde vamos?-- Pregunto el peli azul con curiosidad

-A donde sea-- Respondió Jungkook con una enorme sonrisa de seguridad en el rostro.

Tenía solo tres semanas para la joda en la casa Chungha.

Y Jungkook estaba listo para aprovechar ese tiempo al máximo.

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ESTA VEZ PROMETO QUE EL OTRO CAP DE HOY LO SUBO EN MENOS DE 20 MINUTOS LO PROMETO LO JURO POR LA GARRITA SI?

BOYS [Kookmin au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora