FORBIDDEN | k. jisoo

n u e v e

Finalmente estoy en mi querido hogar  después de pasar todo el fin de semana en casa de Jennie. Tras de un berrinche de su parte y escuchar miles de razones por las cuales que debía quedarme con ella, no tuve más opción, aunque tampoco me molestaba.

El señor Min acepto sin problemas que me quedara, era muy predecible de su parte. Lo poco que lo ví, ya que siempre estaba encerrado en su oficina , fue muy abrumador. Ese hombre parece inestable, de un momento a otro parecía desconocerme y en otros cuando estábamos solo prácticamente me comía con la mirada. Es que era imposible entenderle. Igualmente no le puse mucha atención, lo que menos quería era ser muy obvia con Jennie a mi lado las 24 horas del día.

Aunque no todo fue malo, nini me compro mucha ropa nueva, ya saben, cosas que mejores amigas ricas, incluso trabajamos casi toda la tarde en el proyecto y tuvimos un tiempo especial juntas, después de todo, nos distanciamos un poco y ella se sentía mal por ello. Disfrute mucho pasar tiempo con ella, enserio lo hice, pero no pude evitar pensar en la noche que pase con el señor Min cada vez que me mira con una sonrisa o me abraza. Nini es tan dulce y yo solo estoy siendo la peor amiga del mundo con ella.

Sacudo mi cabeza, con la esperanza de que esto aleje todos los pensamientos tormentosos de mi mente. Será mejor que tome un poco de aire.

Tomo mi celular y mi chaqueta para bajar las escaleras.

—¿A donde vas, Jisoo? ¿Otra vez vas a perderte para molestar a tu tío hoseok?

Pregunta mi tío Jungkook desde la cocina con el semblante serio, esto no es una buena señal.

Tomo aire para responderle, ya hemos discutido mucho estos días. Puede parecer extraño, pero mi tío y yo últimamente no hacemos nada más que pelear, sin querer exager y este comienzon de semana no ha sido la excepción. Primero empezó por quedarme en casa de nini sin avisar, aún cuando la conocen de toda la vida y les expliqué todo al llegar a casa, después porque encontraron un par de cigarros en mi habitación y finalmente por mis repentinas "desapariciones" las cuales son para estar en el bar de Lia.

Lo sé, en parte tengo la mayor parte de la culpa, pero ya le he explicado de todas las maneras que no es mi intención preocuparle y he pedido disculpas por todo, incluso prometí ser más responsable. Todo esto para nada, porque parece que el no lo entiende y solo se empeña en ser un dolor de cabeza para mí.

—Voy a tomar aire—contesto finalmente.—¿O tampoco puedo hacer eso?

—Ten cuidado como me hablas.

—Solo voy a tomar aire, me siento agobiada. ¿Es tan difícil de entender?
—De verdad no quiero ser grosera, pero estoy empezando a perder la paciencia.

—Puedes hablar con nosotros si te sientes mal, lo sabes.

Estoy conciente de eso y no quiero que sienta que no lo aprecio porque si lo hago, sin embargo, lo que me tiene mal, ellos no lo van a entender. Nunca.

—No todo deben saberlo, algunos secretos están bien siendo secretos. Ahora solo quiero aire, por favor.

Sin dejar que me diga algo más, salgo ignorando sus llamados. Lo único que quiero ahora es un buen trago y algún consejo estúpido de Lia. Después de todo, es ella la única que puede ayudarme en estos momentos.