¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En estos momentos nos encontrabamos en la Línea Negra, yo caminando de un lado para él otro, y Minho en él aire sólo observando hacía todos lados.
Hemos estado buscando por horas, en varías parte de la ciudad, estábamos muy seguros de qué se la habían llevado realmente lejos, y qué suponíamos qué ella no estaba en la ciudad.
-Minho.. -Me debilite nuevamente bajando todo mi peso hacía él suelo y tirarme sin más, estaba frustrado, triste y desesperado.
Pude ver cómo me vio con pena tomándose de la cabeza y tironear un poco de sus cabellos también frustrado.
-Mierda. ¡Maldita mierda! -Gruño Minho.
Nunca lo había visto tan enojado, aún recostado en él suelo pude ver su ceño completamente fruncido seguramente maldiciendo por dentro.
Me levanté sin antes golpear con mi puño él suelo, ¿Dónde más buscaría? ¿Dónde podría estar? ¿Bajo tierra? El Mundo era inmenso.
-¡Minho! -Grité al ver qué elevó con una velocidad qué apenas pude ver con mis ojos hacía más arriba.
Y pude ver dónde se dirigía con tanto apuro, eran ellos.
La pareja estaba seguramente regresando al Mundo de los Hydes.
Me acerqué más a ellos estando ahora debajo de los tres pero elevando mi cabeza muy hacía arriba ya qué se encontraban muy a lo lejos, apenas podía ver qué es lo qué estaba pasando.
Hasta qué mi vista se dirigió ahora a Eir, fue lanzado demasiado lejos de Minho.
Rayos. ¡Estaban peleando otra vez!
-¡MINHO! -Grité entrando en desesperación.
No podía hacer nada desde aquí. Me sentía ridículo solo observándo.
De todas formas tenía muy en claro a qué se debía su pelea, la pareja es muy sospechosa, desde él momento en qué cruze la línea y ellos se acercaron ami presentándose, sabían qué tenía una hija. Y qué un hombre la tenía.
Desde ese momento lo sospeché, y ahora todo tiene sentido, Eir y Belia me estuvieron observando desde él comienzo de este caos, pero ¿Porqué? ¿Quienes eran? No los conocía, jamás en mi vida los había visto. Y dudó qué ellos me conozcan, yo era alguien qué no tenía amigos, mis únicos amigos eran mi familia, salía del trabajo y iba directo a mi casa con mi hija.
Cerré mis ojos por unos segundos y los abrí de a poco, algo me lo impedía, toqué la zona con mis dedos y miré el líquido qué había caído justo en mi ceja, cayendo ahora a mi ojo, era sangre.
¡Estaban peleando a muerte!
¡Y eran dos contra uno!
-Mierda, Minho. ¡PORFAVOR DETÉNGANSE! -Grité hasta qué pude sentir un cosquilleo en mi garganta, ardía de tanto gritar.
