¡HOLA!
ME HE TEÑIDO EL PELO Y AHORA SOY PARDO, ¿CÓMO SALGO EN LA FOTO?
Hoy os vengo a hablar sobre una serie que vi esta cuarentena. Me la dio a conocer una amiga y me encantó. Además, es poco conocida y se puede ver en YouTube, tanto subtitulada como doblada al español. Y eso es maravitupendo, porque tenía muchas ganas de ver o leer algo genial y que fuera poco conocido.
Así que Preto os va a hablar hoy sobre una serie que me ha resultado maravillosa, para que veais que soy un 92% odio, 10, 75% rencor, y un 1,5% amor. Creo que eso da cien. No sé, soy un gato, no tengo por qué saber matemáticas.
Para empezar, la serie consta de dos episodios piloto, más otros diez capítulos que sumarían un total de doce. En conjunto, dura algo más de una hora, por lo que se puede ver seguida. Está creada por Natasha Allegri y el canal donde se subió fue en Cartoon Hangover, podéis visitar su canal de YouTube si después de esto queréis ver la serie.
Bee and Puppycat narra las desventuras de Bee, una chica que es despedida de su trabajo (aunque tampoco es que me extrañe), y esa misma noche, mientras espera a que el semáforo se ponga en verde a la par que llueve, porque es así de desgraciada, un híbrido entre perro y gato surge de un agujero en el cielo y cae sobre ella. Bee, aunque esté medio alelada por la vida, es buena gente y lo recoge en su casa.
Resulta que Puppycat es un extraño ser capaz de hablar (como curiosidad, su voz es la del vocaloid Oliver), aunque de forma ininteligible, y parece ser que solo Bee le entiende. De esta forma, estos dos pequeñines terminan viviendo juntos y siendo amigos.
Dado que Bee no encuentra trabajo porque es así de inútil, al final, termina aceptando la oferta de Puppycat: este vomita, caga o invoca cartas —no recuerdo cómo lo hacía—, para que al abrirlas y tocarlas viajen a un extraño vacío donde una pantalla que me recordó a BMO les asigne un trabajo. Cada trabajo se basará en hacer una tarea asignada en relación al mundo en el que viajen: ya sea tratar de animar a un pez, vigilar que alguien cumpla su trabajo o ir a un spa gatuno.
Cabe decir que la serie es absurda y que desde el prinicipio las cosas extrañas sencillamente se aceptan, pero más que por exigencias del guion, es porque la gracia de la serie reside en eso. Quiero decir, Bee tampoco pregunta por qué existe ese extraño vacío y cómo es que hay varios mundos y criaturas de los que jamás supo. Ni tampoco es algo que más adelante se responda, ella se sorprende y ya. Sí que es cierto que, por lo menos, la gente se pregunta qué demonios es Puppycat y cómo es que habla, aunque tampoco se profundice en ese tema.
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El blog del gato Preto
RandomUn apartado donde colocaré cosillas sobre mí, mientras planeo mi intento de destrucción mundial. Digo, mi intento por parecer adorable para vosotros, mis queridos humanos.